10 Padres

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El tiempo pasa demasiado rápido.

Cómo las calurosas mañanas de febrero, asta las fuertes lluvias de mayo.

Se sentiría así de hermoso si ahora no me encontrará en el mejor momento.












-Asta que despiertas miserable-

-hug!..-

Las gotas recién caídas estaban más que frescas en mi rostro, mis brazos seguían encadenados asia arriba a quella pared rocosa, mis rodillas ardían de tanto tiempo estar en aquella posición y sentía ardor dela suciedad en la herida, ahora, más adelante no sería nada más que un vil recordatorio de su pasado.

-Haa, con que ahora sí estás calladito rata inmunda..-
Gruño apretando el mango del arma en sus manos.

La sangre brotaba de las líneas violentas en su pecho,otro latigazo fue dirigido asu espalda, asiendo le morder sus labios asta sangrar, su pelo cubria de manera alborotada su rostro, pero aun así entre la maraña de pelos miraba su figura, con odio y resentimiento, su respiración se aceleraba con agonia.

De su mandibula tensa caían las pequeñas gotas de sudor, cerró los ojos por unos momentos para luego ser despertado por el agua impactando de nuevo en su rostro.

El hombre, dirigió una patada asu estómago no una ni dos, si no seis veces en el mismo lugar,y cuando se aburrio y le vio escupir sangre, saco las llaves y abrió las esposas que lo encadenaban ala pared.

El de orbes azulados lo observó con una terrible repulsión, Su postura recta caminaba en dirección ala puerta de la celda, miro desde su hombro asu hijo con aquellas esmeraldas brillantes.

El rostro del de orbes azules oscureció mirándolo aún desafiante, sus heridas aún no estaban curadas, y la no tan reciente cicatriz en el lado izquierdo de su abdomen empezaba abrirse.

-te dije que la próxima no seria tan benevolente...-
Su voz resonó por la sala, la voz gruesa de aquella figura se oía atemorizante.

-y yo te avía dicho que no quería tu benevolencia...-
Respondió altanero ante su respuesta.

-¡insolente!-
Le miro desde aquel suelo mugroso, acercándose para darle una cachetada que resono en el lugar.

La imagen moribunda y desgastada del de orbes azulados le parecía patética,de sus tres hijos, el era el que más le decepciona, se avergüenza de tener un hijo tan....débil.

Se dió media vuelta ignorando los quejidos del contrario al levantarse, al mirar por el pasillo la capa roja de su padre ya no era visible, los guardias le veían con una expresión sombría.

Uno le tendió su ropa, y el al instante se la arrebato, caminando en silencio por el pasillo oscuro, con olor a mortandad.

...

Estando afuera su hermano le recibió, su cabello azulado estaba peinado asia la izquierda de manera elegante, con un traje formal y sus lentes oscuros, los cuales retiro y dejo en su bolsillo.

-Trollino...-
Murmuró mirándolo.

-no menciones nada...ok ? Eso...no es de tu incumbencia-
Al apartarlo con irritación, no pretendía ser grosero pero ese..no era el momento.

La mirada del de ojos avellana se volvió pesada mientras caminaba en dirección asu abitación.

No fue un camino agradable.

«100%... ¿puro?»Where stories live. Discover now