Mi única carta hacia ti

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4 de octubre de 2022.

Para: Mi amor que no pudo sobrevivir.

Mi única carta hacia ti

Lamentó tener que recurrir a esto, siento tener que escribirte y anhelarte tanto a través de mis palabras, aquellas que evitan que salga a buscarte, rehusándome a hacerte más daño que aquel que ya te hice, esas que me matan lentamente, las que me ayudan a llenar el silencio que tengo lleno de preguntas las cuales jamás tendrán una respuesta.

Tengo claro que eres ese amor que nunca será, que tal vez nunca debió, pero que fue, que existió, que sentí y que aún tengo latente en cada rincón de mí ser. Ya te podrás imaginar lo inevitable que es para mí que tu recuerdo no me invada; que las promesas, los momentos, la manera en que me hacías sentir, la manera en que yo te hacía sentir y ese amor incondicional que te entregue, no regresen a mi como un frio recordatorio de lo que perdí.

Sé que de todas las experiencias vividas, no todas fueron buenas, pero no deseo considerar que todas fueron tan malas, porque siento que juntas logramos un balance, uno en donde siempre éramos el apoyo de la otra y nos complementábamos en esos difíciles o felices momentos, logrando un equilibrio perfecto.

Tampoco quiero pensar que estropee la manera en que te sentías por mí, en especial cuando no sabía cómo expresarte mis más grandes inseguridades, pero te aseguro que no era mi intención herirte en el proceso de encontrar como sentirme, de apoyar mi pie con firmeza antes de dar el siguiente paso, de entrégame por completo a ti, sin el temor de salir lastimada de una manera irreparable.

Menos aún, pensar que perdí lo más preciado que me entregaste, a parte de tu sonrisa, de tus caricias y de tu corazón, me gustaría decir que no perdí tu confianza, pero así fue, perdí lo más hermoso que me habías confiado, dejándolo en el camino, dejándote de lado.

Ahora me pregunto: ¿Qué fue lo que paso?, ¿en qué momento te perdí? Porque no entiendo cuál fue el mal camino que tome o en donde me desvié, simplemente sé, que deje de sentir tu mano y tú te alejabas de mí, buscando poner espacio de por medio, dejándome ir, como yo te deje a ti.

Desearía que nuestras circunstancias sean diferentes, que esta aventura tuviera otro final, que simplemente no nos hubiésemos hecho este daño irreparable, en donde las dos salimos heridas de muerte, en donde tuvimos que tomar caminos diferentes y sobrevivir a nuestra manera.

En este momento de la historia no puedo decir que no exista otra culpable no sea yo, pero no quiero victimizar la situación, porque como tú me lo repetiste una y otra vez; no soy la víctima, simplemente soy el monstruo que intento destruirte, aquel que no dejaste que lo hiciera, aquel que no permitiste dejar que te destruyera.

Y aunque nuestra historia no fue perfecta, no puedo evitar recordarte con amor, con aquel que debí darte, con el afecto que debí brindarte, con el aprecio culpable que me quedo, por todo lo que paso, por como termino.

Puedo decir que ahora solo me queda tu recuerdo, uno que marca mi historia, un parte-aguas de vida en donde no puedo ser la misma, en donde aprendo de mí y crezco en esta historia, quiero que sepas que lamento que hayas tenido que ser esa persona que le dio una lección a mi vida, pero te aseguro que siempre estarás en mi memoria, en cada lección aprendida y en cada canción en donde me aparezcas.

Espero que yo, al igual que tú, haya sido una enseñanza en tu vida, en donde lamento profundamente los daños hechos e intento a través de estas palabras lograr mi redención ante tu persona. Anhelando que no me odies, sino por el contrario, que los pequeños momentos que nos quedaron juntas, sean suficientes para recordarme, así sea con una pequeña sonrisa, como la mía cada vez que evoco tu recuerdo.

Con lágrimas en mis ojos y un gran vació en mi pecho, cierro este capítulo y te dejo ir amor mío, porque lamento no haberte salvado, no habernos salvado y dejar que al final solo fueras mi amor perdido.

Adiós mi amor.

Te amo.

E.S

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