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Jisung no picaba la comida. Se encontraba sentado en la cafetería con la mirada perdida en algún punto lejano de la ventana de la gran habitación.
Estaba algo desaliñado, su característica mirada gélida y odiadora estaba fija en el muy malo Bangchan. Tenía sujeto a Minho del brazo de una manera lo suficientemente brusca como para saber que le molestaba.
"Si en realidad hubiera cortado con él" comenzó a decir. Su lengua jugaba con los costados dentro de su boca. "... no estuviera así, tan pegado".
"¿Si te das cuenta que estás hablando solo?"
La desconocida voz de un chico detrás de él, le hizo dar un pequeño salto en su lugar y asustarse. La mayoría de personas preferían hablarle a alguien frente a frente; donde sus caras se conocieran mutuamente y que dejara de ser catalogado como un completo desconocido. Sí, eso hubiera sido lo ideal, pero al parecer el chico que había hecho que Jiung diera un salto, no pensaba igual.
JIsung volteó la vista hacía atrás, encontrándose con Jeongin. ¿Les suena? El sonriente Jeongin con sus características piel pálida y sus ojos chillantes que transmitían emociones puras.
"Mh, Yang" musitó Jisung restándole importancia y alzando la cabeza ligeramente. "¿Qué te trae a la mesa del olvidado Han".
Un nombre bastante tétrico y más que nada tonto. Eso lo había logrado razonar segundos después de haber entonado la dicha frase, pero después le restó importancia. Le importaba más saber qué era lo que Jeongin quería con él, y algo le decía que tenía que ver con Minho y Bangchan.
"Mh, ¿puedo sentarme?" apuntó Jeongin al asiento frente suyo.
Jisung le miraba extrañado por su comportamiento. ¿Recuerdan que nadie se sentaba con Han? ¿Desde qué momento Jeongin era nadie?
"¿A caso soy dueño de la mesa?" el sarcasmo con algún tipo de tono grosero, resonó en los oídos de Yang, haciéndolo enojar por milésimas de segundo.
"Ya veo porqué nadie te habla".
El ego de Jisung se vio ligeramente —muy— afectado por aquel comentario. A su mente, el nadie se resumió a 'solo Minho me hablaba, pero ahora ya no', así que no pudo evitar sentirse aún peor.
Al recordar al Peli-negro, su mirada se volvió a dirigir a donde él se encontraba. Minho estaba algo separado de Bangchan, con la mirada baja. El fuerte agarre del mayor en el hombro del castaño, le parecía demasiado rudo a Jisung.
"Aah, ¡ya entiendo!" exclamó Jeongin emocionado. Jisung no le tomó importancia y siguió viendo a la pareja. "¡Te gusta Lee!"
Jisung volteó a ver a Jeongin. Su mente pensaba en aquella afirmación y cada buscaba cada vez más a fondo de sus sentimientos la respuesta en concreto.
Lee Minho. Ese nombre le resultaba tan atractivo, y lo hacía desde tiempo atrás, donde se le había ocurrido cambiarse de escuela. Siempre, desde que entró a ese instituto, había escuchado del chico de sonrisa de conejo que iluminaba habitaciones solo con su presencia.
Sí, desde ese entonces le gustaba Minho, pero ahora que lo conocía bien... ¿Qué era en concreto lo que sentía? ¿Qué significaban aquellas imágenes en su mente de ambos juntos? Esos pensamientos 'no me gusta tu novio, quizá necesites uno nuevo', ¿acaso significaban otra cosa?
Han Jisung, para su pesar, no solo había desarrollado un gusto especial a Minho, si no, que había caído completamente en sus encantos, en su manera de ser y parlotear demás.
"No, no me gusta" miró a Jeongin y soltó un suspiro de resignación. "Estoy enamorado de Lee Minho".
