El viaje de mi vida

Capítulo 16

Quiero que me sigan diciendo quien creen que pueda ser, muchas ya tienen masomenos la idea, pero puede ir cambiando conforme van leyendo los capítulos, ;)

Por cierto, ya subí capítulo nuevo en mi fic BrainColors y apreciaría mucho que comentaran y así, gracias por leerla.

En fin, dejen sus comentarios y votos.

"Aquí, ¿se siente bien?" Scarlett dijo colocando su mano encima de la venda que estaba alrededor de mi estómago.

"Sí, gracias. Por todo." Solté, sonriendo ligeramente.

"Ahora, duerme ese trasero, blondie." Se burló, pasando una mano por mi cabello.

"Buenas noches, Scar." Solté un chasquido con un pequeño suspiro, estaba agradecido de que ella se quedara en la grande y solitaria casa conmigo-para cuidarme.

Nadie me ha dejado verlo. Estaba preocupándome. Ellos nunca me dijeron la razón por la que volvió a Bradford...o inclusive porque él se fue. Estaba más que preocupado.

Finalmente me acosté cómodamente en la cama, suspirando fuerte mientras veía el techo. Han pasado unos pocos días desde que tuve esa pequeña conversación con Zayn. Se sentía que había pasado más.

No he parado de pensar en él. No he parado de pensar en que tan roto él se escuchó. Me dolía de solo pensar en ello.

Suspiré, girándome hacia la ventana, sosteniendo una de las almohadas enfrente de mi estómago, envolviendo mi pierna alrededor del espacio vacío de la cama que le pertenecía a Zayn. Olía mucho a él y era increíblemente angustioso saber que él estaba afuera, tan vulnerable.

Quería estar enojado con él. Quería gritarle por no haber estado cuando más lo necesitaba, pero no podía. Tenía mucho amor para el hombre y eso me dominaba.

Escuché un golpeteo en la ventana haciéndome jadear. Lentamente le senté, aunque no se veía nada. Mordí mi labio e inmediatamente me salí de la cama, soltando quejidos por el movimiento repentino. Fui hacia el armario y abrí la caja de seguridad, viendo las cuatro pistolas estar acomodadas perfectamente. Tragué con dificultad, sacando una y sosteniendo el objeto pesado entre mis manos.

Escuché la ventana abrirse y levantarse,  contuve el aliento, contando tres antes de salir, sosteniendo la pistola en alto.

El hombre vestido en una chaqueta de cuero se giró sobre sus talones hacia mi dirección y mi respiración se cortó. Él me miró, parecía como si no hubiera dormido en días. Lucía tan cansado. Tan...atormentado y tembloroso deje la pistola en una de las mesitas y lo mire.

"¿Dónde has estado?" susurré, caminando hacia él.

"Blondie." Susurró y coloco sus manos en cada lado de su cara. Él me miro...tan profundamente...tan cuidadoso que sentí mi corazón sobre mi garganta. Su respiración se cortó y me empujó hacia él, envolviéndome en un apretado abrazo. Aunque posicionó su estómago lejos del mío pero ignore el dolor y me presione contra él.

Sorbí, extrañando su toque tanto en las últimas semanas y lo sostuve fuertemente. "Te he extrañado." Susurré, viéndolo. Él coloco su pulgar debajo de mi ojo para limpiar la lágrima que estaba cayendo lentamente. No sabía que exactamente me hacía llorar pero no podía evitarlo.

Solloce una vez más y él se inclinó, besándome tan cuidadosamente. Me estremecí cuando una corriente de aire provino de la ventana abierta y él se dio cuenta.

"Lo lamento." Murmuró, cerrando rápidamente l ventana, las cortinas por último. Me llevó hacia la cama y yo obedecí todos sus movimientos, dejándome acostado debajo de las cobijas. Agradecí que él se quitara sus zapatos y se acostara a mi lado. Me acerqué más a su cuerpo, mi cabeza sobre su pecho y él envolvió sus brazos alrededor de mí, más que nada, abrazándome.