𝔗𝔥𝔢 𝔖𝔲𝔤𝔞𝔯 𝔇𝔞𝔡𝔡𝔦𝔢𝔰 ℭ𝔩𝔲𝔟 [𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫 𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨𝐫]🔞

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La vergüenza inundó el pecho de Ryeowook mientras se sentaba a la mesa del desayuno, permaneciendo en silencio mientras sus ojos se dirigían al padre de Yesung, mirándolo leer los papeles en sus manos. No estaba seguro de si el señor había escuchado su intercambio de palabras con Yesung el día de ayer, mientras estaba encerrado en el baño, pero se sentía demasiado apenado como para cuestionarlo en estos momentos.

Ryeowook fue sacado de sus pensamientos cuando Yesung entró en la habitación, moviéndose para tomar su asiento al otro lado de su padre. Se sentó un poco más recto, haciendo una mueca cuando no se le ocurrió algo inteligente que decir. Puso sus manos en su regazo mientras se aclaraba un poco la garganta — Buenos días — ofreció débilmente.

Yesung asintió en respuesta — Buenos días — pronunció suavemente, manteniendo sus ojos enfocados en cualquier lugar menos en Ryeowook.

— ¿Irás a la empresa? — El padre de Yesung le preguntó a su hijo, todavía concentrándose en sus papeles.

— Si, después del desayuno— respondió Yesung mientras miraba a su padre.

El hombre mayor asintió.

El estómago de Ryeowook se apretó, dándose cuenta de que Yesung no lo estaba mirando a propósito y sabía que en parte era su culpa, había acusado al hombre de arruinar su vida y gritar a los cuatro vientos que odiaba la idea de contraer matrimonio con él. Lo cual era gracioso cuando él mismo había hecho un trato con el padre de Yesung. Ryeowook sintió el peso de la culpa caer sobre sus hombros. Se miró las manos y se mordió las uñas mientras trataba de mantener los latidos de su corazón en calma.

No podía actuar como si nada y hablar normalmente con Yesung, pero en algún momento tendría que intentar acercarse. De alguna manera tendría que llevarse bien con su futuro esposo.

Aún no, demasiado pronto.

— ¿Estarás fuera mucho tiempo? — Ryeowook se atrevió a preguntar.

Yesung se obligó a mirar a Ryeowook — No podría decirlo con seguridad.

— Algunas personas tienen que preocuparse por el trabajo. No todos podemos casarnos con personas ricas — comentó el padre de Yesung.

— ¡Padre! — Yesung levantó la voz y dejó caer los cubiertos.

El hombre mayor dejó los papeles a un lado y se quitó los antojos — ¿Qué? Era solo una broma, ya te dije que apruebo completamente tu matrimonio con Ryeowook.

Ryeowook bajó la cabeza, avergonzado.

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Yesung se concentró en los textos esparcidos frente a él. Le picaban los ojos por las horas que pasó mirando las palabras escritas en las páginas. Sabía que era inútil. Sus pensamientos todavía estaban concentrados en el rostro decaído de Ryeowook después del desayuno con su padre. Se sentía tan miserable por haber involucrado a una persona como Ryeowook a este circo, era frustrante en muchas maneras, no poder hacer nada para solucionarlo.

Necesitaba un respiro.

Yesung se tomó su tiempo para caminar por los pasillos, apreciando el tranquilo saludo que recibió de algunos empleados. Se detuvo junto a las puertas de la biblioteca, sorprendido por la forma dormida escondida dentro. Suavemente presionó las puertas para abrirlas, observando la habitación tenuemente iluminada. Vio una pequeña lampara encendida junto al sillón, la luz brillaba alrededor del ocupante.