El chico que amé [Completa]

Epílogo

Una historia de amor que nunca empezo, merece un final desgarrador.

10 años después.

Las campañas de la iglesia suenan.

Si las almas gemelas existen, tal vez la mía fue Sebastián, porque fue el único chico que me hizo sentir paz y amarme a mi misma.

Amar también significa soltar y es lo que he hecho desde que lo miré con ella.

Y a pesar de que me dolió, siempre lo apoyé y lo seguiré haciendo.

—¿Cómo estás? —Sebastián se para a mi lado.

—He estado bien —sonrió —¿estás feliz?

—Lo estoy

Lo miro y él a mí

—¿Te puedo dar un último abrazo? —pregunta —. Sería el último abrazo de soltero.

—Esta bien.

Mi cuerpo junto al de él chocan y mi corazón vuelve a latir como la primera vez.

—Yo te iba a elegir a ti —Sebastián habla a mi oído.

—¿Qué? —pregunto confundida.

—Ya no tiene caso hablar de eso, ahora puedes buscar a alguien mejor para ti. Cuídate.

Él se aleja y yo me quedo inmóvil.

Tal vez no fue el chico para mi, y yo no fuí su chica.

A pesar de que Sebastián fue el chico que amé, encontré a alguien mejor, alguien que siempre llega con flores amarillas a casa y se alegra cuando bailó y cantó.

Pero siempre recordaré mi primera ilusión.

Fin.