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Esta historia surgió luego de que una amiga me contara dos fics SwanQueen, esto fue lo que salió, espero les guste

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Un mes, había transcurrido un mes desde su encuentro con Robin en la bóveda, aquella noche cuando se amaron apasionadamente, sin importar nada ni nadie, noche inolvidable que la marcó para siempre, pero desafortunadamente, desde entonces, ni una noticia tuvo de él, sabía sobre su pacto de honor, mismo que ahora, los tenía separados sin esperanzas de regresar, el matrimonio con su esposa, era más importante que una simple aventura pasional, sí, porque estaba empezando a creer lo que una vez le escuchó decir a David, y a ella le ocasionó tanta rabia, solo que debido a sus preocupaciones por la presencia en el pueblo de la Reina de las Nieves, se midió para lanzarle una de sus tan comunes respuestas, al escucharlo comentar que ella para Robin, significaba muy poco, ni amor le demostró, de inmediato vio a Mariam aparecer por la puerta de la cafetería, se lanzó a sus brazos y sus sentimientos quedaron olvidados, rompiéndole, otra vez, el corazón, era cierto que los villanos no tenían finales felices, por mucho que intentaran redimirse, por mucho que intentaran revertir su pasado, tendría que adaptarse a esa cruel realidad.

Se preparaba para salir a trabajar a su oficina en la alcaldía, luciría un vestido azul desmangado algo ajustado, con un zipper adornando la abertura en su muslo derecho, una corta chaqueta de cuero color negro combinando con sus tacones medianos, su cabello suelto, un maquillaje sencillo, acorde con la elegancia de su vestuario y un conjunto de prendas doradas, cuando escuchó su celular vibrar, anunciando la llegada de un mensaje, era de Snow, quien le informaba sobre una reunión, precisamente en la oficina de la alcaldía, rodó los ojos, la confianza de la princesa y su banda de encantadores, se le estaba yendo de control, eso a ella, no le gustaba mucho, terminó su arreglo, cerró la mansión, se montó en su auto y condujo hasta llegar adonde la esperaban.

"¡Regina, buenos días!", entró por la puerta que estaba ya abierta y sin mirar a su alrededor, le dirigió la mirada a su ahijastra, a quien había perdonado, pero en ocasiones como esta, los deseos de sacarle el corazón, regresaban con más fuerza.

"¿alguien puede explicarme qué significa todo esto?", preguntó sin saludar, las formalidades quedaron en el rincón del olvido.

"la Reina de las Nieves", respuesta que la aterrizó de repente a la realidad, la nueva inquilina de Storybrooke, le había dado suficientes dolores de cabeza, "dejó este mensaje en la cafetería", le ofreció el pedazo de papel doblado en secciones, lo leyó de inmediato.

"se ha vuelto loca", lanzó la ofensa con desdén, la invitaba, a tener un enfrentamiento de magia con ella.

"Elsa piensa que el secreto de sus planes está en tu magia combinada", intervino Emma, quien hasta el momento, observaba la conversación sin querer interferir.

"¿dónde está la reina de Arendell?, no la veo aquí", miró a su alrededor, ni rastros de la rubia.

"recuerda que su hermana apareció congelada en un ataúd, intenta salvarla", al lograr encontrar a la jovencita, descubrieron que la Reina de las Nieves, la mantuvo bajo una maldición de hielo, Elsa pretendía descubrir cómo romper esa maldición.

"la presencia de la reina aquí, no es lo importante", Snow los hizo entrar en razón.

"¿tienes alguna idea de por qué tu magia es tan relevante para ella?", saltó David con esa absurda pregunta, lo fulminó con los ojos.

"si supiera, ¿crees que estuviéramos en este debate?", lo silenció con esa respuesta tan peculiar, "lógicamente, no lo sabes, mi querido", ahí no quedó su mala forma con el Príncipe, iba por más, la expresión de su rostro lo reflejó claramente.

Amor en guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora