Who are you? • kookmin au

00:23

  POV: Jungkook.

  Desesperado es cómo estoy ahora mismo. Faltando 10 minutos para que suene la campana mis manos empezaron a sudar y temblar.

  Siento que todo este tiempo en el que no pude ver o hablar con Jimin fue un infierno, tengo tantas palabras atoradas en mi garganta y el arrepentimiento me carcome. Nunca tuve que hacerlo esperar, desde el principio estuvo claro que él es quien necesito en mi vida. Nunca nadie me complementó como lo hizo él.

  La costumbre que tenía hacia Yeonjun hizo que confunda mis sentimientos, yo ya no estaba enamorado de él, solo estaba acostumbrado, ya que él fue todo lo que tuve durante mucho tiempo, tanto que en cierta parte sentí que sin él yo no sería nada.

  Y me confundí, me dejé engañar por sus palabras y por la lástima que sentí después de todo lo que me confesó, me dejé llevar y ahora estoy pagando las consecuencias. No pensé que perder a Jimin sería tan doloroso.

  El último día que supe de él, que dicho sea de paso, fue el día en el que lo vi por primera vez siendo consciente de quién era. Había tenido ganas de acercarme a él, abrazarlo como siempre dije que lo haría, pero no pude hacer nada de eso. Me arrepiento como nunca antes me arrepentí en mi vida. Después de una semana sin saber de él fue cómo caer en la realidad de las cosas, lo había perdido.

  Cada vez que recuerdo su rostro ese día me duele el alma, recuerdo perfectamente cómo sus ojitos se habían cristalizado al verme, recuerdo haber visto cómo su respiración se aceleraba, cómo su mano temblaba y tuve tantas ganas de sostenerlo y decirle que todo estaría bien, que yo estaba ahí para él. Pero lo que más me dolió fue su expresión de decepción y la lágrima que se deslizó por su mejilla al ver como Yeonjun me tomaba la mano.

  Y yo estuve tan sumido en mis propias emociones que me vi incapaz de hacer algo por él, por el chico que amo. Y sí, pude darme cuenta de eso, lastimosamente lo hice demasiado tarde y ahora no estoy seguro de poder tenerlo de nuevo. Porque sé que lo perdí, sé que la cagué y sé que él merece mucho más de lo que yo pude darle. Entendería completamente si él no quiere volver a verme.

  Pero ahora mismo me encuentro saliendo del salón a la mayor velocidad que mis piernas me permitían para dirigirme a la oficina del director y hacer un último intento para disculparme con Jimin. Hacer las cosas bien finalmente.

  Con mis nudillos golpeé la puerta un par de veces antes de escuchar una voz gruesa responder 'pase'. Ingresé lentamente y pude ver al director sentado al otro lado del escritorio con unos cuantos papeles esparcidos en este. El gran hombre finalmente levantó la mirada y arqueó una ceja con curiosidad al ver que se trataba de mí.

  - Jungkook, ¿qué te trae por acá?

  - Buenos días, director. Ahm... vengo porque necesito hacerle una pregunta algo importante para mí.

  - ¿Sí? ¿Qué es? — la forma en la que me miraba solo conseguía ponerme más nervioso.

  - Hace unos meses conocí a un chico y comenzamos a hablar un poco durante algunas clases, pero de pronto dejó de venir y no volví a saber de él, me gustaría saber si él está bien, de verdad me tiene preocupado.

  - Claro, ¿cómo se llama este chico?

  - Park Jimin, señor.

  - ¿Park? ¿Vos y Park eran amigos? — preguntó sin siquiera molestarse en disimular su sorpresa.

  - Hmm, algo así. ¿Él está bien? — pregunté fingiendo demencia, debo convencerlo de decirme lo máximo posible.

  - Sí, él está bien, Jungkook. No te preocupes. — no hay forma de que eso sea todo lo que me diga.

  - ¿Por qué dejó de venir? ¿Se mudó de ciudad?

  - Oh, no. Solo se cambió de turno. — bingo.

  - Oh, me alegra escuchar eso. Entonces sigue asistiendo a esta universidad, asumo...

  - Claro, claro. Mencionó conseguir trabajo diurno y por eso necesitaba mudarse a la noche. Jimin realmente es un buen chico, lo admiro mucho. — sonreí, realmente él es maravilloso.

  - Está bien. Eso era todo, agradezco mucho la ayuda.

  El hombre simplemente me devolvió la sonrisa y asintió, procedí a salir de la oficina dando saltitos de felicidad, los alumnos que pasaban por al lado me miraban raro, pero yo no podía estar más feliz. Jimin siempre estuvo cerca.

  Y hoy lo veré de nuevo.