Me sabe a Café

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Osadas las noches que claman encuentros
Eternos; Luna que reía y lloraba por dentro
Patéticos bares, tazas sin aliento
Se llevan secretos se llevan momentos

Las horas de sueño se vuelven insulsas
Somniferos marcan paso hacía la culpa
Se alejan, se agrupan granitos al fondo, rompiendo el silencio
Manchando su pared, castaño su templo

De vidrio el recuerdo que apenas se ve
Dejando el reflejo endulzado y ya sabe porque.
Quien vino y se fue conoció el recorrido
Y ni con mil cafés despertó a este cuerpo dormido

Me sabe a Café
Me sabe a Café.

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