Lan Xichen rápidamente se enteró de algunas cosas sobre Wei Ying. Supo que su nuevo hermano pequeño era un niño muy bueno. También supo que Wei Ying era un niño muy inteligente y tras demostrar su impresionante nivel de aprendizaje a Lan Qiren, se tomó la decisión de adelantar a Wei Ying unos años para que recibiera clases con los discípulos de ocho años. Esto hizo a Wangji y a Wei Ying muy felices ya que pudieron sentarse juntos durante las lecciones.
Desgraciadamente, Lan Xichen también estaba muy seguro de que Wei Ying era un niño que no recibió ningún tipo de educación formal. Sentarse en un aula durante periodos superiores a 30 minutos seguidos parecía un imposible para el pequeño. Estaba claro que era capaz, pero optaba por pasar la mayor parte del tiempo haciendo zorritos de papel que luego pasaba al lado de Wangji en el pupitre en lugar de escuchar a sus profesores.
Posteriormente, Wei Ying fue muy castigado y Lan Xichen fue enviado a supervisar. Esto, a su vez, tuvo un efecto negativo en los estudios de Wangji, ya que la mayoría de las veces, una vez que sabía que había una oportunidad de sentarse por separado con su hermano y Wei Ying en lugar de con los otros estudiantes, Wangji encontraba una manera de conseguir que lo echaran de la clase y aparecía rápidamente en la puerta de la biblioteca, normalmente con un pequeño conspirador de papel de nueve colas montado alegremente en su hombro.
"¡Lan Zhan!" Wei Ying gritaba de alegría mientras sus manos se agitaban alegremente en el aire y luego hacía movimientos de agarre para que su amigo se uniera a él.
Lan Xichen se pellizcó el puente de la nariz. "Los dos están aquí para ser castigados", los regaña lo mejor que puede.
Los chicos asienten y escriben sus líneas uno al lado del otro, mirándose a escondidas y tocándose los hombros todo el tiempo.
A pesar de su carácter problemático, Lan Xichen descubrió que Wei Ying le caía muy bien. Fue mucho más fácil de lo que pensaba abrir su corazón a un segundo hermano pequeño. Su única preocupación seria el apego de Wangji a Wei Ying. Lo entendía, por supuesto, Wei Ying era extremadamente adorable, era fácil ver por qué Wangji estaba tan encariñado con él. Lo que le preocupaba era que el afecto de Wangji se convirtiera en algo más profundo que la dulce amistad en la que había florecido, y que Wei Ying no correspondiera a sus sentimientos. ¿Y si los correspondía pero su Tío se oponía a la unión? Lan Xichen siempre fue increíblemente empático cuando se trataba de Wangji y su instinto le decía que esto era más que un simple amor fraternal. Intentó ignorar los miedos lo mejor que pudo, pero sus sentidos le decían que algún día tendría que enfrentarse a ellos. Sin embargo, hoy no era ese día, ya que estaba sentado en la biblioteca tratando de concentrarse en sus propios estudios justo cuando un pequeño zorro de papel bajó flotando sobre su hombro y le hizo una pedorreta en la oreja y dos niños pequeños frente a él se estremecieron con una risa silenciosa apenas disimulada...
El corazón de Lan Xichen ganó la discusión con su cerebro. "Muy bien, es suficiente por hoy, salgan a jugar", les dijo.
Los chicos salieron en un instante por la puerta hacia el patio. Lan Xichen los observó a través de la ventana mientras Lan Zhan se tendía obedientemente en la nieve y Wei Ying lo enterraba alegremente. El pequeño zorro de papel en el hombro de Lan Xichen chirrió hacia él y Lan Xichen extendió su mano para que pudiera saltar sobre su palma.
"Eres tan adorable como tu creador", dijo Lan Xichen a su pequeño acompañante de papel. Sus nueve colas diminutas se agitaron con orgullo en respuesta. Lan Xichen observó cómo Wei Ying terminaba de enterrar a Lan Zhan y luego lo sacaba de la nieve y lo abrazaba para darle calor. Wangji acurrucó su cabeza en el hombro de Wei Ying y Lan Xichen intentó no preocuparse por el corazón de su querido hermano...
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La Nieve Arde y el Fuego Cae
Fanfic"¿Qué tienes ahí?" Lan Xichen le preguntó a su hermano pequeño en voz baja, sentándose en el borde de la cama. "Zorro", respondió Wangji, sentándose. Lan Xichen sonrió, siempre el hombre de pocas palabras que era su Wangji. "¿Un zorro?" preguntó sua...