Ya conocéis a este Adán, es el mismo del que huía Black Skull de los Maestros de la Maldad Multiversales. Esta es una de sus historias sobre como este Avenger forma su propio equipo de héroes, a los cuales por una razón u otra la muerte les es negad...
Antes de empezar, en esta frase hay un comentario con un enlace en él, echad un ojo.
Adán Tenyson es alguien muy ocupado, pero cuando el director general de S.H.I.E.L.D. te llama tu no le dices que no y por eso se encuentra aquí, aterrizando en un enorme Helitransporte que actualmente sobrevuela New York.
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Por supuesto, cuando dice aterrizar no se refiere a que una nave se pose en la zona dispuesta para ello. Como portador del Omnitrix actualmente, toca el suelo en forma no humana, aunque si humanoide, pero formado por roca y llamas. Inferno, su forma Pyronita, no está ni cerca de ser su mejor mejor volador, pero sirve.
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Dos soldados de S.H.I.E.L.D. le acompañan hasta una sala de reuniones en la que le dejan esperando a Steve Rogers, que no tarda en llegar. "Me alegra verte Adán". Y le ofrece la mano para darle un apretón, Adán acepta.
Si el apretón de manos no durara más de unos segundos el guante de Steve terminaría hecho cenizas y él con quemaduras graves, pero un pyronita experimentado puede reducir la intensidad de sus llamas a voluntad, por lo menos durante el tiempo necesario para esto.
"También me alegra verte ¿Cómo va el mundo? ¿Aún no se termina?". Bromea Adán y Steve responde con una sonrisa. "No mientras mientras sigamos haciendo nuestro trabajo".
Adán asiente, muchas veces se ha planteado intentar llevar una vida normal como civil, pero más pronto que tarde siempre ha terminado llegando a la conclusión de que teniendo la capacidad de ayudar a otros sería irresponsable, además que según sus propias palabras: "Esta forma de vivir tiene sus inconvenientes, es peligrosa y el drama es el pan de cada día, pero me gusta demasiado la emoción de la aventura como para detenerme ahora".
"Bueno". Dice Adán. "¿En qué puedo ayudarte?". Steve coge un control remoto y presiona un botón con el que ilumina una de las paredes demostrando ser una pantalla, en ella sale un video de un cohete de la NASA saliendo de su rumbo y estallando poco después.
"Ponlo otra vez", Le dice Adán. A lo cual Steve obedece y lo reinicia. "Menos de cinco segundos, tengo a mÁs de ochenta analistas y tardaron más de una hora en darse cuenta". Lo vuelve ha reiniciar y esta vez hace zoom y lo pone a cámara lenta.
