La única razón para luchar en este mundo; eres tú

Capitulo 7

Escucho el canto de los pájaros, el sol dorado se asomaba por la ventana para acariciar su rostro el cual se encontraba junto a la ventana. Abrió los ojos, estos aun trataban de acostumbrarse a la intromisión de la luz, parpadeo un par de veces y miro a su alrededor, Levi se encontraba aun sentado en el sillón, con una manta cálida tapando su cuerpo, no recordaba cuando se había quedado dormido, fijo su vista en la cama a unos metros de él y Erwin ya no se encontraba ahí.

Se quedo unos minutos más sentado, se sentía tan cómodamente, se preguntó porque había tenido aquel sueño. Recordaba haber soñado con un beso, y se dio cuenta que había recordado su primer beso y nada le hacía más feliz que el hecho de saber que Erwin fue quien se lo había dado hacía tiempo atrás.

Enfrente de él había une pequeña mesa, no se había dado cuenta que arriba de esta se encontraba una bandeja de desayuno, su contenido incluía pan tostado, sopa, Huevos y Jugo de naranja. No pudo evitar pensar que Erwin se lo había preparado y llevado antes de que él despertara, tal vez era su manera de decir ¨Lo siento¨. Realmente se sentía culpable.

El estómago de Levi gruño al aroma de los Huevos, se miraban tan apetitosos y él ya se encontraba babeando, culpo al ser vivo creciendo dentro de él y sin perder más tiempo comenzó a desayunar tranquilamente.

¿Hacia cuanto tiempo que no tenía un desayuno decente? Levi no lo recordaba. Aparte de que Levi no era un fan de cocinar, pocas veces lo había intentado.

Recordó cuando le preparo una comida casera a Erwin por su cumpleaños. Hange le había regalado un libro de recetas, pero todas ellas se miraban tan complicadas sin mencionar que tenían ingredientes que Levi no sabía con exactitud donde encontrarlos. Por lo que pensó que seguir su instinto de cocina era lo mejor.

Gran error.

Su resultado fue catastrófico, aun recordaba la cara del alfa cuando probo su primera cucharada, le dio tanta vergüenza, pero Erwin le dijo que había quedado exquisito y continúo comiendo hasta terminarlo, era un buen mentiroso. Desde ahí había jurado no volver a acercarse a la cocina, solamente para preparar su té que eso si podía hacer

Cuando termino su desayuno soltó un suspiro de satisfacción, con su barriga llena se dirigió al comedor, en donde deposito la bandeja de platos sucios en el fregadero y procedió a lavarlos cuidadosamente. Hoy era miércoles, aun siendo un día semanal, el cuartel se encontraba un poco vacío, varios soldados se encontraban desayunando y podía verse desde la ventana que había otros entrenando afuera.

Puso agua a calentar y cuando estuvo lista procedió a vaciarla en su taza favorita, busco y rebusco entre los cajones, pero no pudo encontrar su paquete de té, ¿tan rápido se los había terminado?

"No me jodas" Soltó una maldición

"¿Tan temprano y ya estás de mal humor?" La voz de Mike se escuchó detrás de él

"¿No tienes un trasero que ir a olfatear o algo?" Levi se paró de puntillas trato de buscar entre los cajones de más arriba pero no tuvo ninguna suerte, no podía ver nada

"Que gracioso eres" Mike respondió para hacerlo a un lado y echar un vistazo "¿Qué estás buscando?"

"¿Tu qué crees?" Levi preguntó sarcástico. "Té" Levi se cruzó de brazos y pudo ver al rubio moviendo latas hasta llegar al fondo, al terminar y no tener éxito le dio a Levi una sacudida de cabeza diciéndole que no había nada " Agh Fantástico"

"Tengo una idea, ¿Por qué no me acompañas a la Plaza?, tengo que ir a comprar algunas cosas, ven conmigo" El rubio con bigote sugirió, Levi no tenía humor para ir a hacer ese viaje, aún estaba cansando de la noche anterior. Pero sin té, seguramente no podría descansar como se debía "Tendrás tu Té, yo pago"