𝖴𝗇𝖺 𝖫𝗂𝗇𝖽𝖺 𝖳𝖺𝗋𝖽𝖾 𝖩𝗎𝗇𝗍𝗈 𝖠 𝖳𝗂♡︎ (𝙀𝙙𝙞𝙩𝙖𝙙𝙖)

𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘘𝘶𝘦 𝘋í𝘢.

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗢𝗺𝗻𝗶𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲

𝗝𝘂𝗲𝘃𝗲𝘀. 2:39.𝗣𝗺.

El día en el pueblo de Karmaland estaba maravilloso, el cantar de los pájaros, la tranquilidad y el cielo un tanto nublado lo hacía un día perfecto.

Y para un castaño eso era genial, simplemente para el era un día muy perfecto y más por la tranquilidad que había.

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗟𝘂𝘇𝘂.

El día esta bastante lindo, pero por más lindo que este, me siento solo, no he visto a mis amigos por un par de semanas, y supongo que es por eso que tengo este sentimiento de soledad conmigo.

Viendo alrededor de mi, mire fijamente una foto que tenia en la pared, en la foto estábamos yo y Quackity, ahora que lo pienso, visitarlo no me vendría mal.

Me arregle un poco, tome unas cuantas cosas que me podrían servir y salí de mi casa camino a la de Quackity.

El camino me pareció corto y tranquilo. Pero entre más me iba acercando más me iba preocupando, por que empecé a notar que la casa en la isla que el hizo no estaba y ni siquiera había rastro de que una vez estuvo ahí. Realmente no entendía que pasaba pero al acercarme más pude ver que definitivamente no estaba, pero que mierda estaba pasando.

Intenté calmarme un poco, pero no podía, el pensamiento de que pudo haberle pasado algo a Quackity no me dejaba.
Quizas alguien sabia que había pasado con Quackity. Me calmé y camine por donde había llegado, quizas preguntarle a Rubius sería lo mejor, camine en dirección a la casa del oso pero mientras me iba acercando, pude escuchar una voz familiar.

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗢𝗺𝗻𝗶𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲.

El castaño al acercarse más, pudo ver que la voz le pertenecía a un pelinegro.

—¿Quackity?  –Menciono el castaño, acercándose a paso lento–

El pelinegro al oír el llamado del castaño volteo a mirarlo.

—¡LUSU! –Grito con emoción–

El pelinegro corrió a donde estaba el castaño para darle un fuerte abrazo.

—Te extrañe un chingo, cabrón –Dijo aferrándose más al castaño–

—Yo también te extrañe mucho Quacks –Dijo felizmente el castaño–

Los dos estuvieron así por unos minutos, para después separarse.

—Oye y tú andabas desaparecido o acaso ya no querías verme –Dijo mientras lo último lo decía con un tono dramático–

—Como crees que no voy a querer verte Quacks –Dijo riendo–

El pelinegro dejo su drama y también empezó a reír.

Hablaron por varios minutos, tal parecía que el pelinegro se había olvidado de su pequeño acompañante, pero lo recordó cuando sintió que le habían dabo pequeños galones.