"El ganador de la décima ronda del Ragnarok es... ¡¡SUSANO'O NO MIKOTO!!"
Los ojos de Okita perdían el brillo, todo se oscurecía.
La parte superior del humano se encontraba a unos pocos metros de su parte inferior, empezando a deshacerse en partículas.
El Dios Japonés lo miraba con una sonrisa en su rostro, agradecido con el Humano.
Finalmente, el cuerpo se deshizo por completo, bajo el fuerte vitoreo de las gradas de los Dioses.
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Volvió la luz.
Los ojos del Espadachín se abrieron con lentitud.
La luz natural golpeando su rostro, no pudo evitar volver a cerrar sus ojos.
Movió lentamente sus brazos, colocando sus manos sobre su cara. Le dolía la cabeza.
Se reincorporó lentamente, mareandose cuando se puso de pie, teniendo que apoyarse en un arbol para no caer.
Miró su entorno.
Estaba en un bosque, se sentía muy confundido.
¿No había muerto?.
Lo último que recuerda, fue la katana del Dios cortar su abdomen.
Después de eso, oscuridad.
A paso lento, empezó a caminar por el bosque.
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Después de caminar alrededor de 3 horas sin rumbo alguno, hasta que se encontró de frente con un poblado.
Ya había oscurecido, si bien no era tan tarde, ya se podian notar las pocas personas que caminaban por el pueblo.
Okita caminaba por el pueblo, con bastantes preguntas en su cabeza.
Intentó hablar con casi todas las personas que se cruzó, pero éstas parecían muy apuradas, asique lo ignoraban completamente.
Siguió caminando por un buen rato mas, llegando a una zona del pueblo donde era todo pastizal.
Se acostó sobre el pasto, pensaba dormir ahí, después de todo, muchas opciones no tenía.
Tras estar un buen rato mirando el estrellado cielo, cerró sus ojos quedando dormido.
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Sus ojos se abrieron de golpe, ya eran altas horas de la madrugada.
Se levantó tomando su katana, con su mirada puesta en las calles del pueblo.
Empezó a caminar.
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"Respiración de la Flor: Quinta postura... Peonía de la futilidad"
Polvo se levantó por todo el lugar.
Cuando se disipó, se podía ver a una Mujer y a un Hombre.
"Jaja~ Eres muy buena~"
El hombre, pisaba la katana de la chica, mientras ambos se miraban.
La chica estaba bastante herida, el lado izquierdo de su cara se encontra cubierto de sangre, su abdomen tambien estaba herido.
Intentaba quitar su katana de los pies de su oponente, pero no tenía la fuerza, sus brazos ya casi no respondían, y sus piernas temblaban, luchando por mantenerse de pie.
El hombre levantó su brazo mostrando un abanico.
"Hm?!" El Hombre miró a su costado, para saltar hacía atrás rápidamente.
La chica cayó de espaldas, cuando levantó la vista pudo ver la figura de alguien en frente de ella.
"Y Tú... Quién eres?" Dijo el Hombre con una sonrisa en su cara.
Okita no respondió, podía sentir una gran sed de sangre venir de ese tipo.
"Oye... ¿Te encuentras bien?"
La chica lo miró, Okita la miraba de reojo.
"Puedes descansar, yo me haré cargo..."
El hombre lo miró con gracia.
"¿Te harás cargo? Jaja~ Muy optimista de tu parte"
Okita solo dio lentos pasos hacía el hombre.
Sus miradas se cruzaron, por parte del hombre una mirada llena de diversión, mientras que Okita tenia un semblante serio.
"Me resultas desagradable, voy a matarte..."
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Buenas gente, volvió papá.
Me volví a descargar la app, y pude poner esta cuenta, me sorprendí mucho de como todavía muchos apoyan esta historia.
Asique decidí reescribir el capítulo 1. No se si seguiré escribiendo, la verdad esto lo acabo de escribir porque estaba aburrido y bueno, si me dan ganas quizas pueda reescribir la historia pero no se.
Bueno, les agradezco un monton que sigan apoyando esta mierdita.
