Capítulo 1

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• EL INICIO DE ALGO NUEVO •

Dicen que las cosas no son lo que parecen, bueno, mi vida resulto ser una de esas cosas y ni yo lo sabía, así es, yo no sabía de que trataba en verdad mi vida hasta que la señorita Bailey me lo dijo.

Hace un mes, específicamente el 22 de Julio a las 20:00 salí a correr, se que para algunas personas eso es demasiado cansado y muchas veces me preguntan si no me cansa o me harta, pero me gusta llegar a casa estando cansada con ganas de solo bañarme y así poder conseguir dormir más rápido.

Ese día al igual que todos salí a correr.

Después de 30 minutos ya había anochecido, eso significaba que ya era hora de volver a casa y fue así que empecé a correr directo a la salida del parque, pero antes de que saliera del parque me sentí mareada.

Solo recuerdo que me caí de espalda y antes de cerrar los ojos y caer al suelo pude ver que esa noche era LUNA LLENA, era la primera luna llena que había desde que fue mi cumpleaños y aunque no lo parezca eso era importante.

ACTUALMENTE

Dios, que dolor de cabeza, ach como molesta el so- ... Espera... Estoy en mi habitación, pe- ... Espera un minuto, ¿no se supone que yo debería estar corriendo directo a la salida del parque para poder ir a casa? Que extraño, será mejor que me bañe, me lave los dientes, me vista y baje a comer.

Ya estando en la cocina le pregunté a mi mamá si se acordaba a qué hora llegué ayer a la casa.

—Claro que me acuerdo, ayer llegaste a las 20:45 y cenaste, luego te despediste y te fuiste a tu habitación, te bañaste, hiciste tu rutina facial nocturna, te metiste a la cama y te dormiste, ¿por qué cariño? ¿paso algo? —se dio la vuelta y me sonrío.

Me di cuenta de que no dejaba de jugar con mis manos, estaba nerviosa y no sabía el por qué.

Inhale profundamente cuando un rico olor llegó a mi nariz. Estaba haciendo mi comida favorita.

—Gracias por quitarme la duda —sonreí y di la vuelta.

Después acomode la mesa con la ayuda de mi padre. Nos sentamos y nos pusimos a desayunar, al terminar lavé los platos y me cepillé los dientes. Salí a correr y de paso decidí hacer un poco de ejercicio.

Llegando al parque me puse a calentar. Luego de 10 minutos empecé a correr. Después de 5 vueltas me senté en una banca que había cerca de mí y me puse a tomar agua, en eso una señora que se veía de más o menos unos 40 años me habló.

—Qué bonito está el día, ¿no le parece? —fruncí el ceño.

Me lo dijo de la nada y de una forma tan pacífica que voltié a verla. Dándome cuenta que me miraba con una gran y hermosa sonrisa.

—Sí, está muy hermoso el día... disculpe, ¿usted quién es? —la miré con curiosidad.

—Oh, disculpe mis modales, soy Celeste Bailey. Me gustaría hablar de algo serio con usted señorita Wood, y no, no nos conocemos de ningún lado, bueno, usted no me conoce a mí, pero yo si la conozco a usted. -nos levantamos-Vine aquí porque tengo que hablar, así que si usted me lo permite le voy a contar una parte de su verdadera vida, créame que tengo pruebas de lo que le voy a contar y le voy a explicar de dónde la conozco, solo le pido que me escuche —se veía feliz.

La verdad, estaba muy confundida, nunca en toda mi vida había visto a una persona hablar y actuar de una forma tan pacífica. Me transmitía paz.

—Mucho gusto -estrechamos las manos -y claro, me puede contar, —empezamos a caminar.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2023 ⏰

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