Una Confesión

514 35 22
                                    

____________Narra Sakura___________

Una semana había pasado desde que llegamos a Konoha, los entrenamientos eran constantes y fuertes, los senseis sacaban lo mejor de cada uno y a la vez demostraba el porque fuimos elegidos. Sin embargo, no se nos permite enviarles mensajes o cartas a papá, es más, no podemos ni hacerle una llamada. Haku y yo estábamos incómodos y preocupados, es decir, papá sabe cuidarse sólo y es uno de los ninjas más fuertes y despiadados no por algo le dicen el demonio de la Neblina. Pero es nuestro padre y la persona más importante para nosotros.

Dejé de divagar y me levante de la cama, a pesar de mi entrenamiento en la neblina que debo decir que solían ser exigentes, esta carga de entrenamientos y técnicas es aún mas fuerte. Puedo sentir mis músculos doler por el fuerte entrenamiento al que nos están sometiendo. Libere un poco de chakra a todo mi cuerpo y alivie dichos dolores, camine a la ducha para comenzar a alistarme, al salir me vestí y salí a la cocina.

Buenos días Cara - dijo Haku terminando de servir cereal para que ambos desayunemos.

Buenos días - dije para abrazarlo y sin que el me lo dijera dirigí mi chakra a su cuerpo aliviando el mismo malestar que yo tenía hace un momento.

Mucho mejor debo admitir - dijo cerrando los ojos sintiendo alivio - estoy comenzando a pensar que estos senseis son peor que papá y el tío - me separe de el al tiempo que el suspiraba de alivio.

Estoy de acuerdo - admiti - sobre todo Gai sensei, es decir, es el vivo ejemplo de que no hay que juzgar un libro por su portada - nos sentamos a desayunar.

Ese hombre realmente tiene una llama en su interior - comentó sonriendo luego de tomar un poco de café - no me sentía cansado por un entrenamiento hace años - dijo llevándose una cucharada de cereal a la boca.

El clima tampoco ayuda - comente para imitar a mi hermano y llevarme una cucharada a la boca.

No hace calor, pero tampoco es tan frío como a lo que estamos acostumbrados - dijo y asenti - ni a  tanta tranquilidad en una casa - sonrió y yo lo imite. Papa suele levantarse de mal humor, y el desayuno se lleva la peor parte. 

Crees que este bien? - le pregunte a mi hermano. El me miro y dejo de comer.

Si. Quizás preocupado por lo sobreprotector que es, pero papá es lo suficientemente fuerte - dijo mirando a la ventana - si no lo fuera, no hubiera permitido que nos asignaran a Konoha - miro ahora su plato y comenzó a comer de nuevo.

Si. Pero esa decisión sigue teniendo piezas que no logran encajar en su lugar - dije y el asintió - llevamos una semana aquí y no hemos logrado descubrir nada Haku - dije jugando con mi cuchara.

Ciertamente son buenos en su trabajo - dijo Haku refiriéndose a la Hokague y los jounin.

No se. Desde mi punto de vista ellos intentan mantenernos distraídos, y lo hacen con los recuerdos de mamá - comenté y Haku asintió - ningún recuerdo incluye a papá y a ella juntos o por lo menos hasta ahora - dije para continuar con mi desayuno.

No te preocupes descubriremos que ocurre - dijo tomando mi mano - ahora terminemos de desayunar para irnos - asentí para continuar con el desayuno.

__________Narra Gaara__________

Me encontraba en el balcón de mi habitación, esta semana a sido una patada en el culo. Mi mal humor estaba en todo su esplendor, el dolor de cabeza se mantenía firmé gracias a los comentarios del Shukaku y todos y cada uno de los comentarios eran por la pelirosa. El muy mal nacido se encargaba de joderme en cada momento y sólo se callaba si ella estaba a mi lado. Los entrenamientos son fuertes tanto que mi cuerpo mantiene una leve molestia por el esfuerzo. Mire la ciudad o lo que podía desde el punto donde me encontraba. La gente estaba tranquila, unos riendo otros trabajando y saludandose entre si. Suna es un lugar mas reservado y tradicional, sin embargo, la gente cuando me ve retroceden o bajan la mirada. Ahora no sólo mis hermanos intentan conversar conmigo, si no que los gemelos, Naruto y la mayoría de los ninjas élite lo intentan. Muchas veces sólo asiento pero la mayoría de las veces intento ignorarlos. 

Cara MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora