Ya casi estoy en casa...

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Uno, dos, tres, cuatro su cuerpo pierde el equilibrio porque está exhausto aun así se levanta para continuar, la coreografía le salía perfecta pero debía seguir; uno, dos, tres, cuatro vuelve a caer.... la secuencia se repite volviéndose a levantar hasta que en el suelo golpea su puño contra la fría madera, las emociones le estaban ganando después de un par de suspiros vuelve a ponerse de pie para mirarse en el espejo, su cabello despeinado, las gotas de sudor que caen por su rostro y cuello, sus piernas tiemblan por cansancio, pero no le importa debe seguir su baile tiene que resaltar más que las demás porque es la bailarina principal, el mundo la quiere por su baile o por lo menos eso es lo que ella piensa. La única persona que era capaz de ver dentro de ella para traerle paz a su corazón ya no esta a su alrededor desde hace mucho tiempo...

Miro el reloj de la sala marcaban las nueve pasadas de la noche, todavía tenía tiempo para practicar una vez más la coreografía completa – Momoring! Ya vámonos a casa! – pedía con un puchero la actriz. Momo la miro solo para ponerle los ojos en blanco e ignorar su queja. Siguió ubicándose en el centro de la sala para empezar nuevamente hasta que sintió unos brazos que la atrapaban fuertemente por su estómago y pecho – Me falta perfeccionarla Sana, déjame – pedía molesta. Pero Sana tenía más fuerza que ella, dato que era algo que muy pocas personas sabían porque supondrían que Momo sería la de mayor fuerza por sus músculos pero en realidad Sana poseía más resistencia y fuerza, con el cuerpo cansado, Momo no podía hacer mucho para romper el agarre de la mayor – Satang ya! – Decía pero la mayor la ignoraba mientras acercaba ambos cuerpos al espejo obligando a Momo que mirara su reflejo con una de sus manos – Mírate – ordenaba con una suave voz. La menor se negaba esto le parecía estúpido, solo quería seguir practicando – Momo mírate por favor – pidió otra vez, la cantante hizo caso a su orden – Estas cansada, tu cuerpo pide descansar, la coreografía te sale mucho más que perfecta, si existiera una palabra la usaría para describirte a ti Momo – explicaba con una sonrisa mientras apoyaba su rostro en el hombro de Momo que la miraba por el reflejo del espejo con una sonrisa tímida – Ellos te aman por cómo eres, hermosa, distraída, divertida, inteligente y talentosa. No solo por tu baile... - admitía con mucho cariño la mayor, logrando bajar de esa nube de exigencia a la que la bailarina subía con el fin de practicar hasta el tope exigiendo su cuerpo a horarios insoportables de práctica – Naciste para ser una artista, eres de las mejores, nadie te puede quitar eso. Por favor créetelo y por sobre toda las cosas amate un poco más Momoya, no te sobre exijas, me lastima salir por la noche de las reuniones y encontrarme con la noticia de que todavía sigues aquí, en vez de descansar o estar con las chicas – comentaba Sana mientras dirigía su mirada a los ojos de la bailarina que también la miraba por el espejo – No todas somos como tú Satang, tú sonríes y ya tienes al mundo para ti... - dijo con un poco de molestia, a la vez que intentaba zafarse del agarre de su amiga, Sana le dio una sonrisa triste por las duras palabras de la bailarina ella, parecía que lo tenía fácil pero en realidad lo tenía demasiado complicado y peligroso – Me gustaría que te vieras con mis ojos así te darías cuenta de todo el talento que tienes Momori... - deseaba la mayor apretando un poco más sus cuerpos, para que la menor se quedara quieta y la mirara por el espejo – Ojalá algún día puedas ser capaz de verte como te ven mis ojos y me digas "Satang tenías ya razón, soy una estrella" – Momo se cansó de forcejear con la mayor, las palabras de Sana tocaron en lo más profundo de su ser, emocionándola al punto de que unas pequeñas lágrimas se escaparan. Automáticamente se dio vuelta para dejarse abrazar por Sana, ella sabía que la actriz tenía razón en sus palabras pero desde ese estúpido programa de supervivencia su confianza se había esfumado y en el fondo creía que sus fans solo la querían por su baile, cuando en realidad no era así pero le costaba mucho trabajo creerlo, por suerte tenía a Sana que le daba la tranquilidad y seguridad que tanto necesitaba.

Momo suspiro tras recordar aquellas palabras de Sana – si estuvieras aquí me dirías que fue suficiente de práctica, no Satang? – hablaba en voz alta sonriendo a su reflejo, con lentitud por el agotamiento tomo sus cosas para ir a casa –

Miss Perfectly Fine (Sanayeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora