Oscuridad

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Has sentido aquel dolor que no es causado por una herida que sangra...? Has vivido la soledad en compañía...?
Has tenido que despedirte sin que lo desees...?

Eran las 11:55 y poco faltaba para las 12 del medio día un féretro salía de la mansión Tenōu.
La prensa estaba presente después de todo, un ex integrante de aquel famoso grupo que sorprendió a Japón hace un par de años había fallecido sin contar que era cercano al último de los Tenōu.
Los noticieros desde el choque no dejaron de transmitir Información algunos datos eran acertados, y otros solo los daban para llenar los espacios vacios y que la intriga creciera.

Estaba aún en su estudio observando una foto de ellos cuando eran niños.
Las voces que reflejaban una tierna infancia e inocencia, rebotaban con eco en su cabeza.
El cenicero sobre el escritorio estaba lleno y la cajita de cigarrillos con tan solo un cigarro  en su interior.
Todo a su alrededor era gris y nada sería igual.
Apretaba con fuerza la copa de Ginebra que sostuviera en una de sus manos, observando así él reloj que marcará ya las 11:40 faltaban quince minutos para que el féretro fúnebre saliera.
Se colocó su saco, prendiendo el último cigarrillo antes de salir
Ya todos estaban listos.
Al salir vio a Taiki y a Yaten con el pelo corto, sabía el motivo.
El lo intento en su momento, dejarse crecer el cabello pero este a pesar del cuidado y de los tratamientos no le llegaba más que a los hombros.

Flash back

- ya intenté de todo Seiya pero es en vano el cabello no me cree como el de ustedes, creo que eso ya es genética.
Decia con algo de tristeza encerio quería dejarse el pelo largo, quería unirse a esa tradición que los hermanos Kou tenían.

- mm... Bien nosotros tenemos los oídos abiertos así que ten.
Este se quitaba sus zarcillos y se los ofrecía

- Seiya pero, yo no tengo oradados los oídos

- pues hay que abrirlos

- e...

-  sabes... En nuestra familia el cabello solo lo cortamos si algún pariente muere según papá.
Si un Kou que es padre muere sus hijos tendrán que tener el pelo corto el número de años que el padre haya vivido pero en meses y si es una mamá pues será de 7 a 10 años pero, si es un hermano el pelo se portara corto para siempre.

- wow!! de verdad?

- sipi y bueno ya que tu también eres un Kou
(Haruka lo miraba con una ceja levantada) - bueno, bueno... Un Kou... Adoptivo... Pero ya que no te crece el cabello pues... Que tal si en dado caso si a Yaten, Taiki o mi nos llegará a pasar algo tu te abres los oídos y portas los zarcillo de al que le pase algo o unos similares, te parece?

- está bien.
Cerraban aquel pacto inocente de niños con un fuerte apretón de manos.

Todos partieron rumbo al que sería la última morada de un chico jovial, de un chico cinsero y sobre todo de una gran alma.
Si algo hay que saber es que para la muerte no hay edad ni posición social ella agarra parejo y está vez le tocó a él.

Pero... De por sí sabemos que la vida es más injusta que la muerte.
Hayer sonreí y componía una hermosa melodía al lado de su hermano, ahora a pesar de que eso fuera hace unos días en ese momento se sentía tan lejano.
Sabía con certeza que un padre jamás conocería a su hijo (a) que jamás le vería dar su primer paso o enseñarle a tocar el piano.
Tan cerca y tan lejos como un recuerdo le permitiera tenerlo.

Todos le daban su último Adiós. Acudieron muchas personas tanto al
funeral como al entierro.
Antes de que metieran el féretro a la cripta, su padre Arthur Kou daba unas palabras para despedir a su hijo menor.
Palabras que a cualquiera quebrarían.

Me SalvasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora