— Vete...no me importa si vas a la secta Jin a cualquier otro lugar, pero nunca regreses aquí.
— ¡Líder Nie!
— ¡Fuera!
El día en el que Meng Yao dejó la secta Nie, prometió vengarse de Nie Mingjue hasta hacer desaparecer todo su linaje, con excepción de uno...
No volvería a arrodillarse ante la secta Jin para que su padre lo echara de nuevo por las escaleras. Tal vez la mejor opción para él hubiera sido la secta Lan, pero en ese momento estaban siendo asediados por la secta Wen y además...estaba ese "pequeño" detalle. No, no podía correr a los brazos de Lan Xichen para que lo protegiera, aunque deseaba hacerlo. En los pasados meses, para mejorar su posición con Nie Mingjue y ante la ausencia de Nie Huaisang, Meng Yao apostó todo lo que tenía para asegurar su futuro en esa secta. Sin embargo, sus visitas nocturnas al lecho de Nie Mingjue no pasaron desapercibidas para el capitán de la guardia del líder y desde entonces todo empezó a ser más difícil para él.
— Hijo de prostituta — le dijo el capitán la segunda noche que vio a Meng Yao salir de los aposentos de Nie Mingjue — ¿Tienes asuntos que tratar a estas horas con nuestro líder o es que estás seduciéndolo con las mismas artimañas que aprendiste de tu madre?
Meng Yao intentaba contener la calma — El líder Nie no se siente bien estos días, todos sabemos que la espada...
— ¡Mentira! — sentenció el capitán — Nuestro líder no va a ser consumido por esa espada como sus antepasados, pero creo que quién le consumirá la vida será una escoria como tú.
Meng Yao tuvo que aguantar ese tipo de discusiones a menudo, pero cada vez se sentía más seguro de sí mismo. Nie Mingjue lo había aceptado en su cama, en su corazón y en los asuntos de la secta. Él se había convertido en la mano derecha del líder durante el día y en su amante durante las noches. Nie Huaisang, mientras tanto, no tenía idea del progreso que había hecho Meng Yao en su ausencia y, ya que pronto volvería, sería mejor terminar de ganárselo para tener a ambos Nie en la palma de su mano.
La astucia de Meng Yao no tenía límites y por ello envió varias baratijas hasta el Receso de las Nubes para colmar los deseos superficiales de Nie Huaisang: atuendos elaborados con las mejores telas, abanicos de lujo, cofres llenos de golosinas y literatura provocativa. Obviamente que Nie Huaisang se sentía mimado y además contaba con la incondicional amistad de Meng Yao para ser mediador con su propio hermano, quién no dejaba de ser exigente.
Los planes de Meng Yao se desmoronaron uno a uno gracias al molesto capitán de la guardia de Nie Mingjue. Al hombre no le bastaba con insultarlo públicamente, sino que también le quitaba autoridad y tomaba todo el crédito por varias tareas que habían sido idea de Meng Yao. Soporto, soporto mucho, solo porque sabía que Nie Mingjue lo pondría en un pedestal en cuanto se enterara de que estaba esperando un hijo suyo. Anunciaría la buena noticia cuando Nie Huaisang estuviera de regreso y por ello se ofreció a ir por él.
Lastimosamente, de nuevo otro contratiempo se atravesó en sus planes: Xue Yang. Lo que debía ser un encuentro sencillo para llevar de regreso a Nie Huaisang se convirtió en una delegación de varios jóvenes cultivadores llevando a un asesino a su juicio con Nie Mingjue. Meng Yao estaba realmente molesto, pues tendría que postergar su anuncio un tiempo más...o eso pensó al principio. En realidad el momento de dar el anuncio nunca llegó.
Después del ataque de la secta Wen, las cosas cambiaron drásticamente para él y para el vástago que llevaba en el vientre. En un ataque de ira decidió vengarse del capitán que tanto odiaba y aprovechó la revuelta para darle muerte. Claro que el destino volvió a jugar en su contra y Nie Mingjue fue testigo de su crimen. Ni las palabras, ni el atravesarse entre una espada y el líder Nie, fueron suficientes para que fuera expulsado de la secta que lo había acogido. Ni siquiera Nie Huaisang puedo ablandar el corazón de Nie Mingjue para que perdonara a Meng Yao.
ESTÁS LEYENDO
Unveiled
FanfictionDespués de que Lan Xichen y Jiang Cheng finalmente decidieran vivir juntos, hay muchas cosas que no se solucionaron en el Jianghu. Tras la muerte de Jin Guangyao se desenterraron algunos de sus secretos, pero no todos y no es el único en guardar sec...