Heart Between Your Teeth [JaeYong]

Parte 1

Taeyong se coloca el mechón de cabello rubio detrás de la oreja mientras se levanta de la cama y termina de atarse los cordones de los zapatos. Está vestido con un traje Armani negro con ribetes plateados, el cabello recogido en una cola de caballo baja para la fiesta de compromiso de la hermana mayor de su mejor amigo. "Haru, ¿has visto mi reloj?"

Su mejor amigo se detiene ante la puerta de su dormitorio, teléfono en mano. La mayoría de las veces se visten de manera similar en ocasiones especiales como esta, pero esta noche, Haru eligió vestirse de blanco de pies a cabeza. Un intrincado brazalete dorado se aferra a la concha de su oreja. "¿Cuál?"

"¿Perpetua de ostras?"

"Probablemente lo dejaste en mi habitación."

"¿Por qué estaría en tu habitación?"

Haru lo mira con diversión. "Dormiste allí anoche, ¿recuerdas?"

"...Vaya." Con el rostro ardiendo ante el recuerdo, Taeyong pasa junto a su mejor amigo y se dirige a la habitación de Haru al final del pasillo, donde ve su reloj sobre la mesita de noche. Taeyong también ve sus calzoncillos en la silla junto al escritorio y casi chilla de humillación antes de tirarlos en el cesto del baño común.

Él y Haru han sido amigos toda su vida, sus madres se conocieron en el mismo hospital donde nacieron. La madre de Taeyong estaba pasando por un parto doloroso, lista para dar a luz cuando la madre de Haru pasó junto a ella con el pequeño en sus brazos. Unos años más tarde, Haru y él asistieron al mismo jardín de infancia.

Viniendo de familias asquerosamente ricas, era inevitable que sus círculos se mezclaran, por lo que Taeyong y Haru fácilmente se convirtieron en mejores amigos y pasaron los años creciendo uno al lado del otro. Se sentía como el destino, dos mitades de una estrella unidas. Cada punto importante de sus vidas fue experimentado con el otro a su lado. Se vieron a sí mismos siendo moldeados en lo que son ahora, su temperamento, peculiaridades y hábitos; tanto buenos como malos, grabados en sus palmas.

Se conocían como la palma de sus manos. Hacen las cosas en sincronía, reclaman sus lugares favoritos como suyos. Esas cosas ordinarias que hacen los mejores amigos; compartir un guardarropa, ver películas con un solo tazón de palomitas de maíz. Entonces, cuando Haru finalmente eligió una universidad para inscribirse, Taeyong fue allí sin pensarlo dos veces. E incluso comparten un apartamento, viviendo lejos de los caóticos dormitorios de hombres.

Como niños protegidos criados por padres conservadores y estrictos, tienen una buena cantidad de secretos. Secretos que podrían perjudicarlos si se hicieran públicos. Como que ambos están interesados ​​en el mismo sexo. Temiendo que fueran repudiados, y que les arrebataran su herencia de las manos, Haru convenció a Taeyong con palabras floridas y perfumadas para que comenzara algo con él.

Es mejor, más seguro, como él dijo. Como no tienen que dejar que los extraños sepan de su preferencia, lo cual es innegablemente arriesgado. Si salen con otras personas, existe la posibilidad de que llegue a sus familias. Sólo hazlo conmigo, dijo Haru. Será genial, dijo Haru. Y Taeyong no es más que un mejor amigo leal.

Su relación es francamente... ambigua. Más que amigos pero no exactamente amantes. No tiene nombre, pero lo que Taeyong sabe es que no pueden salir, así que se han estado follando entre ellos. Difícilmente una relación, para ser honesto. Nadie discute lo que realmente significa para ellos. Quieren tener sexo, vienen el uno al otro. Quieren aliviar el calor, se tocan la puerta. Un toque, una mirada persistente, y estarán enredados en las extremidades sudorosas del otro.

A los ojos de los extraños, de cualquiera a su alrededor, son solo amigos muy cercanos. Pero en la privacidad de su apartamento, no hay límites.

No molesta a Taeyong en lo más mínimo. No siente nada romántico por Haru. En cierto modo, ambos saben que solo se están usando para necesidades sexuales y están de acuerdo con el arreglo. Han pasado tres años. Casi. Este secreto de ellos ahora se siente tan normal como respirar.