No sabia que hacer, si llamar a Alan o salir corriendo. No era muy seguro estar con ella y menos sola.
-No me esperabas, ¿o sí?
-N-no, ¿necesitas algo?
-Ya que me preguntas, si, necesito que te alejes de Alan.
-No, no lo voy a hacer.
-Entonces, arreglaremos esto por las malas- dijo ella acercándose a mi, presentía que algo malo iba a pasar- O te alejas por las buenas, o te pasará algo malo.
-Adelante, hazme lo que quieras Denise, no me importa.- cada palabra era un paso para atrás, pasos pequeños, pero que hacían que me sintiera más tranquila.
-Veo que eres valiente, pero eso no te servirá Lana.
-Mira, si eso es lo que me venias a decir, ya puedes irte, porque pierdes tu tiempo.- Estaba dirigiéndome hacia la puerta cuando sentí a mis rodillas doblarse y a mi cayendo en ellas. Sentí algo, un líquido recorriendo mi espalda. Denise me había hecho algo, pero no se que. Me desmayaria en cualquier instante.
Pero entonces, sentí que algo olía raro, hasta que divisé a Denise quemando un mueble, estaba inmóvil, no podía hacer nada. Hasta que llegó alguien, y eso es todo lo que recuerdo.Desperté en un cuarto blanco con unos detalles azules. Se veía como un hospital, había alguien en un pequeño sillón que había en la sala, quería levantarme sin hacer ruido. Pero fue en vano. Ya que, un aparato que estaba al costado de la cama, comenzó a hacer ruido haciendo que la persona despertará.
Era Alan, me sentí tranquila al verlo. Era en quien en este momento más confiaba.-Buenos días- dijo acercándose a mi.
-Buenos días, perdón por haberte despertado.
-No es nada, ¿te sientes bien?
-Si, quería levantarme, pero esto no me deja. - dije señalando el extraño aparato que habia sonado antes.
- Iré a buscar al doctor, ya vuelvo.
Al rato, Alan volvió con el doctor y este me revisó.
- Y dígame señorita Miles, ¿Cómo se siente?
-Bien, ¿cuándo volveré a casa?
-Puede que en uno o dos días, debemos controlarte muchas veces, porque la herida que tuviste fue profunda.
- Pero, ¿Qué me paso?
-¿No recuerdas nada?
-No, sólo que caí al piso.
-Bien, entonces, te apuñalaron, estuviste en coma por una semana por el fuerte golpe que te diste y eso es todo lo que sabemos, ahora si me disculpan debo irme.
-Bueno, ahora entiendo, me siento algo cansada, creo que voy a dormir un rato.
-Duerme tranquila.
Narra Alan:
Es tan linda durmiendo, tan tranquila, tan todo. Cada día me enamoro más de ella, pero ella no de mi.
Ya no le hago falta, pero siempre va a ser la persona más importante para mí, nunca voy a dejar que la lastimen, no de nuevo.