Corpse Groom [KSJ & MYG]

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En algún lugar, de algún pueblo aburrido y sombrío, en una de las casas más grandes, vivía Kim Seokjin.

Pobre joven de veinte años, observaba una bella mariposa azul que tenía atrapada en un frasco.

—Quisiera ser como tú, libre y volar a donde quiera— suspiró apoyando su barbilla en su brazo.

—¡Seokjin! ¡Vamos a llegar tarde!— miro la puerta de su habitación y luego a su mariposa.

—No te voy a quitar tu libertad— sonrió levemente y abrió el frasco para dejar libre al insecto, quien sin perder el tiempo salió por una ventana.

—¡Seokjin más te vale estar listo!— volvió a suspirar.

Abajo sus padres lo esperaban terminando de arreglar los últimos detalles.

—¿Crees que sea buena idea esto de la boda?— preguntó el hombre de bigote. —Digo, Seokjin no parece muy seguro.

—Tonterias, esta boda se hará pase lo que pase, no voy a permitir que se arruinen mis planes— la mujer empezó a caminar de un lado a otro impaciente. —¡Seokjin! Es increíble que por fin vayamos a formar parte de la alta sociedad.

—Si, comiendo caviar y tomando vino caro— ambos sonrieron.

—¡Seokjin si no estás en el carruaje en dos minutos subiré por ti!— ya sin paciencia la mujer fue hasta su vehículo.

En otra de las grandes casas, tal vez la más grande de ese lugar, una jovencita era arreglada con habilidad.

—¿Cómo crees que sea él, nana?— miro a la viejita que le arreglaba el cabello.

—Es un joven bastante atractivo quería, no te preocupes— ato el cabello en un moño alto junto con su lazo negro.

—No me refiero a eso, quiero decir, si es alguien amable o gracioso— ella realmente esperaba que su futuro esposo sea alguien de bien.

—Eso no es lo que importa— su madre apareció por la puerta. —Sea un loco o un aburrido te casaras con el.

—¿Pero si no quiere está boda?— ambos adultos rieron.

—Se hará de todas formas, quieran o no— sentenció el adulto.

—Pero y si no le gusto— y como si fuera el mejor chiste del mundo, los adultos se tiraron a reír.

—¿Tu crees que tu padre y yo nos gustamos?— preguntó con ironía.

—Tal vez un poco

—¡Ni en lo más mínimo!— dijeron al mismo tiempo.

—En veinte minutos llegan los Kim, más te vale estar lista— la puerta fue cerrada, dando fin a la sentencia.

—Quien diría que nuestra Jisoo con esa cara de mosca muerta nos serviría para esto— dijo su madre mientras caminaba por el largo pasillo.

—Si tan solo no estuviéramos quebrados, no tendríamos que casarla con esa gentuza de tercera— refutó el hombre. —Más vale que esto salga bien o mi pobre Abuelo Lee se estaría retorciendo en su tumba.

—Y es por eso que cada cosa debe, cada detallito, incluyendo lo más chico, será de acuerdo al plan— sentenció su esposa.

—Ahora solo falta el estupido de Seojun

—Seokjin— corrigió la otra.

Mientras tanto los Lee viajaban en su carruaje hablando sobre lo fabuloso que sería formar parte de la alta sociedad, mientras Seokjin solo se lamentaba.

—Bien Seokjin, ya sabes que hacer, no vayas a arruinar el ensayo con tus torpezas.

—Si mamá— siguió mirando por la ventana, hasta que inevitablemente se dio cuenta de que estaba frente a la casa de los Lee.