Corpse Groom [KSJ & MYG]

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En el mundo gris y sombrío de los vivos, los Lee y los Kim tenían una discusión.

—Ya se va a cumplir un día desde que desapareció— dijo la mujer Lee.

—Es imposible que esté tanto tiempo desaparecido— dijo la mamá de Jin. —El le tiene miedo a todo, recuerdo que cuando era pequeño mojaba sus pantalones por su miedo a la oscuridad.

Jisoo no hacía más que escuchar todo desde su asiento, algo preocupada.

Entonces la puerta fue tocada. —Pase—dijo el hombre Lee.

—Oh señor Seo, espero que nuestra hospitalidad sea de su agrado— dijo la señora Lee al ver a su muy educado invitado.

—Oh claro que sí señora, ustedes son excelentes anfitriones, por eso me lamenta mucho ser yo el portador de tan malas noticias— dijo con lástima, para luego dejar pasar a un hombre, quien era el encargado de hacer los anuncios en la ciudad. —¿Puede decirles lo que vio?

El hombre respiró. —¡Se vio a Kim Seokjin en brazos de un joven de misteriosa procedencia¡ ¡Se asegura que ellos desaparecieron en la noche!

Todos los presentes entraron en caos.

—¡Es falso! ¡Nuestro Jin no es ese tipo de persona!— excuso su madre.

—O eso es lo que quiere que crean— Seo miro a todos de manera un tanto extraña pero más a Jisoo. —Si necesitan algo más, estaré en mis aposentos— se fue dejando un caos tras el.

—¡¿Es un volteado?!— gritó la mujer Lee. —¿¡Oh Junho que haremos!?

—No lo sé, pero si ese tipo es uno de esos volteados, no habrá boda.

—¡Jonghyun haz algo!— le exigió la señora Kim a su esposo.

—¡Por favor dénos hasta el amanecer de mañana! ¡Para encontrarlo y la boda se haré lo juramos!— dijo el hombre con algo de desesperación

La señora Lee lo pensó unos segundos. —Solo hasta el amanecer, no más, no menos— y así de rápido se solucionó todo.

[...]

—¡Seokjin! ¿Cariño dónde estás?— El novio buscaba por todo el lugar a su esposo. —¿Seokjin?

—Yo creo que tu novio es un cobarde— rápidamente paró en seco ante la voz del gusano que habitaba su cabeza.

—Es mi esposo y no es un cobarde, ¿Seokjin?— siguió buscando.

—Te voy a ayudar— el gusano salió de su cabeza sacándole un ojo en el proceso.

Mientras tanto el vivo, se escondía donde podía, pues aún no estaba acostumbrado a la idea de que estaba casado y menos con un hombre muerto.

—¡Mira ahí está! ¡Síguelo se escapa!— el de tez azulada volvió a colarse su ojos y siguió al muchacho que se escondía tras una estatua, quien al verlo salió corriendo.

—Seokjin no huyas— le dijo.

Huyó por los largos y confusos callejones, sin saber realmente a donde ir, escondiéndose en ataúdes o tras algunos muertos.

Estaba desesperado, él solamente quería regresar a su casa y ya, se sentía tan abrumado y confundido.

—No estás muerto, no estás muerto, no estás muerto— se repetía a sí mismo, mientras a sus espaldas escuchaba la voz de su esposo llamarlo.

Corrió tanto que llegó a un callejón sin salida, en busca de salir decidió treparla, pero su esfuerzo fue en vano pues apenas llegó a la cima fue recibido por su esposo.