Cyberpunk Edgerunners: ¡Nanites Son!

Capitulo 17: La comida, 'secreto' compartido

David puso las planchas, algo que recordaba no sólo de su antigua vida, sino de esta vida.

Era extraño, David sabía que ambos eran personas, pero se sentía como si después de que le golpearan la nariz ese día, todo volvió a él, como una avalancha de recuerdos y emociones, David que vivía en el cyberpunk seguía siendo quien era antes, reaccionando como lo haría, haciendo todo lo posible como lo haría David, pero después de romperse la nariz.

Se sentía como si simplemente desbloqueara los recuerdos que ayudan a dar forma a su personalidad y sus elecciones.

Así que cuando preparó una comida para los tres, una comida de huevos revueltos, arroz de coliflor, verduras, aguacate, algunas ondas de salsa picante para agregar la patada correcta y tomates. Todo sintético, por supuesto, pero después de un tiempo con las nanitas y prácticamente reorganizando la comida dado algún tiempo, sabían tan reales como lo harían, y casi tan saludables como las mejores opciones.

Eso también vino con dos 'muffins de pastel de carne'. Solo pastel de carne hecho en un mini muffin para mayor comodidad de comer.

Una comida que ha hecho lo que se sintió como cien veces, por supuesto, la hizo diferente, pero había sido una comida que hizo para su madre, que trabajaba hasta turnos de hasta 15 horas como enfermera y paramédica. Una comida absolutamente deliciosa que le dio la nutrición adecuada y todo lo necesario para ayudarla a pasar el día... Solo deseando que su Madre pudiera probar la nueva y mejorada receta.

Una vez que se sentó, Lucy y Rebecca babearon sobre lo que estaban mirando, con la boca salivando.

Raro era encontrar comida que supiera bien o oliera bien. ¿Pero la comida que PARECÍA buena para comer? Un nivel completamente nuevo.

Cuando David comenzó a comer como si fuera normal, ellos también comenzaron a comer, David sabía que le iba bien cuando ambos soltaron un gemido de comida, prácticamente derritiéndose en charcos antes de que comenzaran a comer rápidamente. David solo se rió entre dientes mientras comía lentamente, simplemente disfrutando de su comida y de la vista de otros que amaban sus esfuerzos.

Fueron unos quince minutos más tarde, una vez que todos terminaron, Rebecca se enfrentó primero sobre la mesa con suaves gemidos de satisfacción de vez en cuando. Lucy misma estaba recostada en su silla, su cuerpo tan relajado que sentía que estaba flotando. El hecho de que realmente se sintiera bien comer algo una sensación extraña. Casi parecía que sus cuerpos estaban siendo reparados lentamente después de años de desgaste, que lo eran, pero David no diría eso a menos que se lo pidieran. Entonces no trataría de mentir para ocultárselo.

''David... ¿Es demasiado pronto para decir que te amo?". Rebecca murmuró desde su posición, girando lentamente la cabeza para volver a caerla una vez que estaba frente a él. "Eres casi demasiado bueno para ser verdad, ¿cuál es tu profundo y oscuro secreto, qué hay de ti que contrarreste ser tan bueno?"

David se rió entre dientes un poco, relajándose en su silla mientras cerraba los ojos. "Les voy a contar a ustedes dos un secreto, un secreto muy, muy profundo, algo que nunca debería salir de esta habitación ... Antes de hacer eso, lo más probable es que pienses cosas como 'Por qué confiar en nosotros con esto' o incluso 'Merecemos saber el secreto'. No soy del tipo al que le gustan los secretos, no estoy diciendo que las personas no tengan derecho a su vida privada o a sus propios secretos. Personalmente no me gusta tenerlos. Ambos tienen un nivel de confianza en mí que algunos podrían considerar 'raro' o francamente incorrecto, pero es porque sienten algo, ¿no es así? Ambos, y los demás sienten que pueden confiar en mí, como si estuviera destinado a estar aquí, al lado de todos, simplemente se siente bien".

David abrió los ojos, notando que ahora estaban sentados en la atención, muy decidido a lo que estaba diciendo.

Se rió un poco antes de levantar las manos, poniéndolas sobre la mesa, un enjambre de nanitas apareciendo sobre sus dos manos. Hacer que ambos se vean confundidos al verlos.