Han siempre estuvo enamorado de mí, con el tiempo, yo también me enamoré de él. El único problema es que él sigue creyendo que soy una chica.
★ capítulos largos
★ contenido homosexual, romance, angst
★ adaptación. todos los...
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ღ・Lee Minho ‹ ★
Era una mañana sumamente tranquila, en lo que iba de la semana Jisung ya no había estado jodiéndome la existencia y se lo agradecía profundamente porque esta era la semana de exámenes y suficiente tenía con estar estudiando cada maldita noche, como para tener a Jisung, ahí, detrás de mí.
Y aun así, se sentía raro no tenerlo haciendo sus bromitas estúpidas, o escuchando sus comentarios pervertidos.
Cuando la idea de que probablemente se había cansado de mí se apoderó de la mayoría de mis pensamientos una extraña sensación de vacío se expandió desde mi pecho a todo mi cuerpo. No era porque él me gustara o algo por el estilo, todo era acerca del dinero que ya no tendría para continuar pagando las deudas que mi padre había dejado y que mi madre no podía pagar. Además de que Jisung hacía de mis aburridos días algo más soportables, nunca lo admitiría, ni se lo diría en voz alta, pero sólo esperaba que aún no se hubiera aburrido de mí, o de Minnie.
Suspiré y le di un mordizco a mi manzana.
Ryujin me miraba atentamente, sin decir palabra alguna. Yo sabía perfectamente que ella no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo, pero para este punto ya no había vuelta atrás, tenía que afrentar las consecuencias que llegaran a venir en el futuro. Y si Jisung llegaba a odiarme, también estaba dispuesto a cargar con ese odio.
—Este, ¿quién de las dos es Minnie? —preguntó una chica de cabello café, pasaba su curiosa mirada de mí a Ryujin.
—¿Ves a la chica con cara de gato castrado de allá? —se adelantó en responder Ryujin y la otra chica sólo asintió, llevando su mirada a mí—. Bueno, ella es Minnie.
La chica abrió grandes los ojos y pareció bastante sorprendida, sin embargo se acercó con cierto recelo a mí y rápidamente me tendió un enorme ramo de rosas que venía cargando desde que llegó. Esta vez fue mi turno de verla con sorpresa y abrir grande los ojos. ¿Ahora mi versión chica le gustaba hasta a las lesbianas? Apreté los labios y negué rápidamente, yo era gay, no tenía nada en contra de las mujeres, pero me aterraban. Nunca sabías que iban a hacer. Y suficiente tenía con aguantar a Ryujin.
—No puedo aceptarlas, lo siento.
—¿Eh? ¿Por qué no? —frunció el ceño y después hizo un mohín completamente infantil con los labios.
—¿Conoces a Han Jisung? —asintió, pareciendo bastante confundida—. Verás... es que él es algo así como mi novio y ¿sabes? No creo que a él le guste que reciba flores de nadie más.