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Soobin estaba cansado. Era la quinta vez que Yeonjun le quitaba sus gafas para leer y realmente necesitaba terminar de leer ese libro ya que su futuro dependía de ello. Quería convertirse en un abogado ya que su madre era una abogada muy buena y buscada por todos, quería ser como ella ya que la veía como su heroína.

- Choi solo devuelveme el maldito libro -dijo suspirando de la desesperación- No te cuesta nada imbécil de mierda

- El pequeño Soobin va a llorar, vas a decirle a tu mami que nos demande -rió burlón y se levantó de su silla y le rapó el libro-

- A diferencia tuya yo estoy leyendo para garantizarme un futuro, no como tú -lo miró de pies a cabeza- Que no tienes futuro ni cerebro ni novia -rió y se sentó, los amigos de Yeon se rieron al oír la respuesta de Soobin-

- Mira Soobin, puedo hacer tu vida un infierno

- Cariño voy a arder allá por ser gay -se hizo el sorprendido- No sabía que tu tambien irás al infierno, también eres gay?

- Ugh, contigo no se puede jugar -se fue y Soobin rió victorioso-

- Hola hyung -dijo Kai llegando a sentarse al lado de Soobin-

- Hola Ning, desayunaste? -preguntó mirando con cautela al menor-

- Si hyung -sonrió- 

- Me alegra peque, y tu mami? Cómo sigue? 

- Va mejorando hyung -sonrió débil- Los doctores dijeron que si el tratamiento seguía así podría volver a casa pronto 

- Tus hermanas están con tu padre verdad? -el chico asintió un poco triste- Mi mamá dijo que podías quedarte en casa mientras tu mami sale del hospital, para que no te quedes solo 

- Pero no quiero ser una molestia hyung... -bajó la cabeza- 

- Nunca lo serás, además mi mamá y mis hermanos te quieren mucho así que no serías molestia -Huening abrazó al mayor y empezó a llorar en su hombro-

- G-gracias hyung -se limpió las lágrimas y Soobin le dió unas palmaditas en la cabeza-

- No es nada, ve y te lavas la cara o si no esta manada de pubertos te van a mirar raro -Kai rió-

Yeonjun miró a Soobin con asco, Huening se levantó y se fue al baño, Soobin ladeó su boca en forma de sonrisa y ordenó las cosas del menor para que no perdiera tiempo antes de empezar las clases, poco después continuó su lectura.

Yeonjun lo miraba de lejos. Quien mierda se creía Soobin? Se creía la Madre Teresa, la princesa Diana, Gandhi? Le fastidiaba el hecho de que Soobin siempre tenía que ayudar a todos y cargar con responsabilidades que no eran suyas sabiendo que luego terminaría llorando porque no pudo cumplir con todo, que patético.

Soobin miró a la puerta y allí vió a Jeongin entrando al salón y cuando lo miró Soobin le dió una pequeña sonrisa, él se acercó y lo saludó.

- Hola Jeong -rió Soobin- Cómo seguiste de tu gripa?

- Ahí voy, mi mamá me dió algo porque no podía faltar -hizo puchero-

- Y por qué? -se mostró preocupado-

- No hay nadie que cuide de mi mientras esté solo y pues cuando me enfermo no puedo estar solo -Soobin asintió-

- Lo siento Jeongin-ah -Jeongin suspiró y luego llegó Kai- Oh Ning! Volviste, llegó Innie

- Innie hyung! -Kai corrió a abrazarlo- Ya estás mejor?

- Mejor que ayer pequeño -rió leve, Kai se separó del abrazo- Y tu mamá? Cómo sigue?

- Su tratamiento está dando efecto así que si sigue así podrá salir pronto -sonrió-

- Eso es bueno chiqui -tosió y Soobin lo miró mal- Siéntate y en el receso hablamos, si? -Kai asintió y se sentó para mirar a Soobin-

- Por qué estás tan serio hyung? -preguntó con inocencia-

- Nada Ning, presta atención a las clases si? -Kai asintió y entro el profesor-

En clase Soobin estuvo prestando atención y tomando nota de todo lo que fuese importante, para Yeonjun estar en clase era como un paseo, hacía lo que quería y aún así pasaba nadie sabía porqué.

Cuando sonó el timbre del receso Soobin salió a comprar un ramen instantáneo picante para Jeongin, una leche de fresa, unas papas y unas gomitas para Kai, llegó al salón y los vió allí hablando tranquilos.

- Jeongin-ah, toma esto -le pasó el ramen- Te ayudará a descongestionar la nariz, y te sentirás menos enfermo después -Jeongin sonrió- Para el pequeño Ning leche, papitas y gomitas -le pasó todo y Kai hizo un baile feliz-

- Hyung, puedo hacerte una pregunta -dijo Kai mientras abría sus papas, Soobin asintió- Siento que a veces te comportas como si fueras una figura paterna para ambos -rió leve- Nos proteges y nos cuidas como si fuéramos tus hermanitos, por qué lo haces?

Soobin sintió como se ponía pálido, nunca le había contado a nadie la razón del porqué era así.

Pero si tenía una razón muy válida.

Cuando todavía era un bebé y vivía en Ansan los niños se burlaban de él diciendo que era gordo y feo, su mamá y sus hermanos mayores eran quien lo defendían pero nunca vió a su padre defendiendolo.

Era un adicto al trabajo, cuando no estaba trabajando estaba tomando en casa mientras veía televisión y Soobin nunca pudo hablar con él, bueno, nunca pudo mantener una conversación con su padre.

Se le hacía difícil, no lo conocía y cada vez que intentaba hablar con él, su padre lo empujaba y le gritaba que se alejara.

Tenía miedo de que su padre no supiera quién era el, siempre intentaba sobresalir en todo para que el pudiera estar orgulloso pero nada lo valía. Decidió dejar de buscar su aprobación y empezar a cuidar a los que lo rodeaban dejándose a un lado.

Cuando entró a la secundaria se hizo amigo de Kai primero, lo habían adelantado un par de grados ya que era muy inteligente, su papá y su mamá estaban juntos pero a veces ellos se peleaban, su padre se llevaba a sus hermanas y duraban días sin que ellos volvieran a casa. Cuando Kai le contó Soobin le prometió estar al pendiente de él siempre y hasta la familia de Soobin pensaba que el era un chico agradable y casualmente el menor era invitado a cenar o a una pijamada.

Un año después llegó Jeongin y estaba confundido, no sabía nada y nadie quería ser su amigo pero Soobin lo acogió en su grupo y se sintió feliz. El padre de Jeongin vivía en Japón ya que tenía trabajo ahí y su madre trabajaba en una oficina. Se habían divorciado cuando su padre se fue a Japón y su madre tenía un trabajo que le permitía estar con él el tiempo suficiente pero a veces la mantenía encerrada en su habitación.

Los tres tenían problemas con sus papás pero Soobin no era tan abierto con sus problemas, usualmente contaba cosas tontas para dispersar la pregunta. No le gustaba compartir sus problemas con nadie.

- Es solo un simple instinto Ning -encogió sus hombros y sus amigos rieron-

Soobin rió leve y los miró comer, se veían felices y tranquilos, y le gustaba cuando ellos estaban así.

Yeonjun estaba mirando de lejos a Soobin, odiaba cuando sonreía ya que le recordaba a un conejo y ese era uno de sus animales favoritos.

Yeonjun odiaba a Soobin, odiaba lo perfecto que era, odiaba su voz, odiaba su cara, odiaba su actitud, odiaba todo del chico. Era tan patético y se creía mucho, no entendía lo "especial" que era. Y él pensaba que Soobin lo odiaba pero no era así.

Soobin no era el tipo que odia a las personas, así que rara vez lo escuchaban quejarse de alguien en específico.

Y Yeonjun quería que el chico lo odiara, sabía que si el chico lo llegaba a odiar lo tendría lejos y no lo tendría que soportar más.

Era un maldito genio pero solo era un adolescente tonto.

Muy tonto.

time's up ;; yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora