Parte Única

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Ojos dorados observaban el firmamento estrellado del dormitorio de Pomefiore. La brisa marina primaveral, cargada de humedad, les indicaba a los cuatro allí presentes que todavía quedaban unos largos meses hasta que llegara el verano.

En su regazo, descansaba la cabeza de Riddle, su mano diestra, por otra parte, sujetaba con firmeza la suya, entrelazando sus dedos. La zurda reposaba sobre sus cabellos rojizos, acariciándolos suavemente. A su otro lado se sentaba Rook, cuyo novio reposaba su cabeza sobre su hombro. Vil había procurado engancharse a su brazo y, ahora que se fijó mejor, vio cómo también estaban tomándose de las manos.

Charlaban casualmente cuando, de repente, oyó algo inusual salir de los labios de Rook, una manera confusa de referirse a él. Cuando pensó que se estaba dirigiendo a Riddle, a él lo llamó de otra forma distinta. Siempre había opinado que Rose Chevalier era vergonzoso, pero trazaba la línea en el que le había llamado, pues ahí sí que no cabría duda alguna en la relación en la que estaban.

—Espera, Rook, ¿me has vuelto a cambiar el apodo?

¡Oui! Le he estado dando vueltas todo este tiempo. Rose Chevalier se ha quedado anticuado, ¡Roi des Roses te pega mucho más! Reine des Roses sería el de Riddle-kun.

Reine significa reina, y haría referencia a la perteneciente a los Siete, así como a su marido... —reflexionó Riddle en voz alta—. Me parece apropiado.

—Un momento, por favor —intervino Trey de nuevo, al ver que estaba quedándose solo en ese barco—. Rose Chevalier era peculiar, pero al menos era como el tuyo, Rook, de mano derecha.

—Me temo que no puede seguir siendo como el mío. La Reina del Veneno era solitaria y poderosa, mientras que el cazador era su fiel y devoto seguidor. Pero, sin embargo, vosotros dos sois la encarnación del charmant (encantador) matrimonio del Rey y Reina de Corazones. Por ello, Roi et Reine des Roses os viene como anillo al dedo.

—Si lo entiendo y comparto, pero si me llamas rey en vez de caballero, la gente empezará a asumir cosas...

¿Rey y Reina de las rosas? No cabría ninguna sola duda en la mente de cualquiera que los oyera. No le gustaba el otro apodo, pero si tenía que aguantarlo inevitablemente, lo prefería al no ser tan obvio. Esperaba convencer a Riddle, al menos, con esos argumentos, incluso a Vil, que era la única persona a la que Rook escuchaba de verdad.

—Oh, por favor, todo el mundo lo sabía menos vosotros —rechistó Vil—. ¿Y no os están llamando ya así? Cater estaba muy orgulloso de haberlo patentado la última vez que hablé con él.

—¿Eh?

¿Por qué no le sorprendía el hecho de que Cater se hubiera ido de la lengua? De su dormitorio, era el único al que le habían confiado la información de su relación, cada vez más de dominio público, por lo que veía. Trey suspiró resignadamente, si alguien más, además de Rook, comenzaba a llamarlo Roi des Roses, juraba morirse de la vergüenza.

—Les dije que los apodos eran acorde a nuestras posiciones de líder y vice a los que preguntaron, pero se les ve bastante cómodos usándolos —explicó Riddle—. De todas formas, si te incomoda, no dudaré en ponerles en su sitio. Siento no habértelo comentado.

—No te disculpes, no tienes la culpa de nada —insistió Trey. Ya hablaría él con Cater—. Más que incomodarme, es por si lo descubren. Aunque bueno, según Vil, ya lo sabe todo Night Raven College.

Que no era verdad, pero un escalofrío lo recorrió de solo pensarlo. El momento en el que se hiciera público, significaría dejar de tener control sobre la información y, por ende, la posibilidad de que llegara a manos de la madre de Riddle. La discreción era una necesidad, al menos, hasta que tuvieran la certeza de que eso no ocurriría. El pulgar que se paseaba por el dorso de su mano logró calmar ligeramente sus nervios.

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