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El sudor invadía sus cuerpos, y los dos tenían la respiración agitada y pesada, trataban de regularla mientras enormes sonrisas se posaban en sus labios. Luego de pocos minutos, aún sin estar del todo calmados, Jihoon logró colocarse de pie, sintiendo que sus piernas temblaban un poco, y caminó por el camarote hasta la puerta.

—¿A dónde vas?— cuestionó el capitán sentándose sobre la cama, sin quitarle la mirada de encima.

—Te lo dije, debo marcharme— respondió al voltear a verlo.

—Déjame acompañarte, quiero estar a tu lado más tiempo— dijo poniéndose de pie, comenzando a colocarse sus prendas inferiores.

Jihoon lo observó en silencio con una ligera sonrisa y cuando notó que el pelinegro estaba completamente vestido (aunque aún debía abrochar su pantalón), exclamó divertido —¡alcánzame si puedes!— salió a prisa del camarote, seguido de Seungcheol, quien solo reaccionó por instinto, pues no quería perderlo de vista.

El chico se lanzó al agua por la borda, deshaciéndose de su camisa en el agua, Wonwoo lo vio desde la popa, frunció el ceño ante el extraño chico, pues seguía sin comprender de quién se trataba, tenía la idea de que ya lo había visto anteriormente, pero no tardó demasiado en recordar que se trataba del rey del mar, principalmente porque el cenizo intencionadamente regresó a la superficie y enseñó su cola al nadar, pues Seungcheol se encontraba en la proa viéndolo.

Pocos minutos después, su capitán subió y apresuró la bajada del bote que lo llevaría a la isla donde sus tesoros se guardaban.

—Ese chico...— mencionó Wonwoo antes de dejarlo bajar al bote —¿es el rey del mar?

—Wonwoo, estoy enamorado— le dijo como un amigo y no como su capitán —me enamoré del rey del mar.

—¿Y vas a ir con él? ¿Y si te mata? ¿Qué tal si sólo está usándote?— cuestionó preocupado.

—Que lo haga, puede hacer conmigo lo que quiera; si luego de que le haga el amor por veinteava vez va a matarme, quiero morir así— mencionó con un toque embelesado —Wonwoo, te dejo a cargo— dijo y volvió a hacer el intento de bajar.

—Pero Seungcheol...

El capitán no dijo nada, ignorándolo y bajó hacia el bote, comenzando a remar hacia la orilla de la isla, sabía que iba a tardar unos minutos en conseguirlo, pero pondría todo su esfuerzo en llegar cuanto antes posible. Sin embargo, Jihoon estaba esperándolo, así que con sus poderes hizo que una corriente rápida de agua lo arrastrara hasta la orilla, llegando lo más pronto posible.

SeungCheol quitó sus botas y bajó del bote dejando que sus pies se remojaran cerca de la orilla en el mar, Jihoon se acercó quedando sentado sobre una roca que apenas sobresalía del agua y el pelinegro se acercó a él; ansioso, el tritón se apresuró en bajar el cierre de los pantalones del pirata, quien sonrió también con emoción y deslizó sus prendas hacia abajo, dejando que estas cayeran sobre el agua mojándose. El menor lo ayudó a sacar las prendas de sus piernas y las depósito en el bote junto a ellos, mientras SeungCheol se acomodaba frente a él.

Habían pasado suficientes minutos como para que el capitán volviese a estar duro, así que el tritón tomó el miembro del hombre y comenzó a masturbarlo con movimientos rápidos, mirando hacia arriba para ver las expresiones excitadas del pelinegro, quien acariciaba sus cabellos y lo miraba fijamente a los ojos. Al encontrarse sus miradas, Jihoon deslizó su lengua por toda extensión, desde la base hasta el glande, donde luego procedió a engullirlo y comenzar a chupar el pene del pirata.

Seungcheol jadeaba suave y poco audible, disfrutando de la mamada que el chico estaba dándole, pero luego de varios minutos de movimientos lentos por parte de Jihoon, el capitán no pudo resistirlo por mucho tiempo, así que lo tomó de la cabeza y comenzó a follar su boca, empujando sus caderas rápidamente hacia el fondo de la garganta del tritón. Jihoon tuvo que relajarse para poder resistir la penetración, cerró los ojos con fuerza y cuando no pudo resistirlo más porque comenzaba a ahogarse, empujó las caderas de Seungcheol justo al tiempo que se corría, así que cuando el pene escapó de sus labios, el semen del hombre salió disparado directo a su rostro.

El rey del mar [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora