Desconocido ya conocido

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No podía emitir ningún sonido por un momento, mis ojos permanecían abiertos, sentía que estaban abiertos, sin embargo, no conseguía  vislumbrar ninguna luz; no se cuánto tiempo paso, lo sentí como una eternidad, hasta que recupere la capacidad de ver, empecé a reconocer los objetos que se encontraban a mi alrededor, no me sentía realmente viva solo era yo y una habitación profundamente decorada, hasta el instante que me atacó el miedo.

No recuerdo... No recuerdo que pasó... Sentí que mi cabeza iba a explotar.

Hasta que fue como si ... Cómo si en el ordenador abriera una carpeta lleno de archivos, se hicieron claros varios recuerdos que no tenían orden.

Fue cuando entendí; esto no es un sueño y sigo viva, sentía la ligera sensación de haber despertado de un gran sueño, y es por eso que no recuerdo que pasó antes de acabar aquí, pero si recuerdo quien era antes de estar aquí; una niña huérfana de padre hasta los 17 que fue cuando también perdí a mi madre y también una muchacha que salió de su ciudad natal para trabajar con su tío paterno, es como si mi mente se dividiera en dos. Sentía como mi corazón latía y en esta silenciosa habitación era muy audible hasta el zumbido de un mosquito encontrado desde el otro lado de la ventana de la habitación cuando-
Toc toc toc toc toc

- señorita! ¿esta despierta? Tiene que levantarse.

Mi cuerpo reaccionó por si mismo.

- Si, dentro de un momento salgo Lucy. - el tono con el que dirigía mi voz era dulce, como si se tratara de un ser querido y es cuando me di cuenta de el movimiento en mi rostro "¿por que estoy sonriendo?" Presioné con mis manos la comisura de mi boca y borre la sonrisa.

Después de cambiarme camine hacia la puerta de la habitación, cuando la abrí casi al final del pasillo percibí a una mujer mayor de unos cuarenta y tantos años, se llama Lucy al parecer.

-¡señorita!
La mujer que parecía estar dando vueltas en el pasillo preocupada, se me acercó rápidamente algo seria.
-Lucy no es necesario que camines tan rápido te puedes lastimar.- dije mientras sonreía, por alguna razón era automático, las expresiones... Bastante extraño.
- Esto es importante señorita su padre... e-él quiere hablar con usted.

Cuando menciono a mi padre pasaron por mi mente recuerdos. Aunque no de mi verdadero padre, más bien del dueño de esta vida.

- No te preocupes, estará bien.

Mientras caminaba pude sentir el aceleró de mi corazón, al igual que las expresiones parecían ser automáticos, es como si mi mente estuviera separada de este cuerpo en ciertas ocasiones, lo encontraría bastante extraño si no fuera que ya tengo la respuesta a esta sensación este no es mi cuerpo, yo no soy dueña de este cuerpo.

En ese pequeño lapso de tiempo, soy capaz de pensar pero no capaz de sentir mis propios sentimientos, en vez de eso siento los sentimientos de este cuerpo como el miedo y al parecer algunas acciones son involuntarias.

Cuando baje pude ver a un hombre de mediana edad sentado con las piernas cruzadas, seguramente revisando algunos documentos, ese era el hombre de mis recuerdos, me vio de reojo y volvió a ver los documentos, no dijo nada, supuse que quería que comenzará la conversación. Cuando apenas abri la boca salieron de ella una dulce voz y una risueña sonrisa se formó.

-Buenos días padre.

-Buenos días Nathalie.

Por un momento sentí un hormigueo por mi espalda, esa era mi nombre.
De nuevo una extraña sensación, conocía ese nombre por los recuerdos, pero aún así me resultaba difícil adaptarme a un nombre que no era mío.

-...

-...

- Lucy menciono que me había llamado.-dije para cortar el silencio incómodo que invadia en la habitación.

- ... *Suspiro* Estaba pensando que seas tu primero el que lo mencioné.
Mi corazón empezó a latir con mayor fuerza, antes se había calmado momentáneamente, pero volvió a descontrolarse.No sabía a qué se refería.

-....-

Volvió la mirada hacia mi como esperando respuesta .Sus ojos eran tan claros pareciendo tener la capacidad de ver el alma de las personas, así mismo, mientras más te perdias en sus ojos, era inevitable perderte en una mirada fría como la profundidad del océano .

-No sé a que se refiere, padre.- Por una extraña razón apesar del miedo, se seguia manteniendo una sincera sonrisa en el rostro.

-...Si no quieres decirlo, está bien.

Después de eso pude salir, aunque ya me sentía cansada, no era momento de bajar la guardia, apenas el día había comenzado, hoy era día de clases un lunes por la mañana.

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2023 ⏰

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