✩⌒⌒⌒⌒⌒ 승인
❝Jeongin tiene Trastorno de Identidad Disociativo. Él es una de las cinco personalidades distintas compartiendo un mismo cuerpo, mientras intenta estudiar fotografía en la universidad, allí conoce a Seungmin, su nuevo compañero de cuarto...
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Pasó un mes desde su primera cita, desde que comenzaron su noviazgo, y ambos estaban completamente felices. Comenzaron a salir todos los fines de semana, Seungmin llevó a Jeongin a todos los lugares que quiso, solía llevar a Innie también, a algún parque, dónde lo podía dejar jugar por horas, o una ocasión lo llevó a una tienda de golosinas, dónde lo dejó elegir todas las gomitas que quiso. Después tenía que cuidar a Jeongin cuando terminaba con dolor de estómago, luego de que Innie comiera todos los caramelos.
Desde entonces no lo había dejado llevar a Innie a ese lugar, ni volver a comprarle golosinas. A veces, algunas noches, Worn lo despertaba y se quedaba a pasar el rato con él, Seungmin comenzó a guardar algunos chocolates para el pequeño. Tenía prohibido darle golosinas a Innie, pero no a Worn.
Worn no había vuelto a lastimarlos, y se portaba muy bien, estaba bastante nervioso y Seungmin tenía que verlo todo el tiempo, por temor a que hiciera algo peligroso. A veces lo encontraba pellizcándose, o clavando sus uñas en su piel, o rasguñando su cuerpo, se tomaba el tiempo de calmarlo, de hacerlo sentir bien y de explicarle la cantidad de veces necesarias que ya no debía lastimarse.
—Sé que no lo haces a propósito, eres un chico excelente, sólo debes pensar un poco las cosas cuando veas que te estás lastimando... Ya nadie va a herirte, no tienes que hacerlo tú mismo tampoco.
Worn entendía perfectamente todo lo que Seungmin le decía, era un niño excelente. Con su novio, Jeongin, solían tener largas sesiones de besos, últimamente, iban hacia la cama para una tarde de mimos y besos, a veces se quedaban hablando bajo, en suaves murmullos, o solo se quedaban en silencio disfrutando del calor corporal de su pareja, de las caricias sobre su espalda, su cabello, o sus brazos.
Seungmin nunca lo había tocado más allá, siempre había sido muy cuidadoso y suave con él, siempre lo había respetado muchísimo. Jeongin no tenía que sentirse mal o preguntarle al respecto para saber que era un tema similar a los besos. Le estaba dando su espacio, y su tiempo, y cuando quisiera sólo tenía que pedirlo.
Al mes de estar saliendo, Jeongin se sentía listo, al menos para intentar dar un paso, uno más grande, más íntimo. Aprovechó una de sus sesiones de besos, en las camas, que seguían juntas, para comenzar con sus intenciones. En el beso, se colocó sobre Seungmin, sentándose sobre las caderas del mayor, en cuanto sintió aquello se separó el beso.
—Jeonginnie, ¿qué haces? —preguntó, no había sonado mal o enojado, sólo quería corroborar con él lo que ocurría.
—Seungmin... Me encantaría tener mi primera vez contigo —dijo, sus mejillas estaban muy rojas pero su tono no era vergonzoso—. No sé hasta dónde llegue, pero quiero intentarlo.
