Vida perfecta. Vida imperfecta.
Oliver.
Nunca me paso por la cabeza considerar mi vida como un desastre, es más bien lo contrario. Mi familia era unida, mi mejor amigo era mi hermano menor, mi mejor amiga era una niña de coletas mal hechas y sonrisa encantadora.
Era una vida buena. En conclusión: lo tenía todo o era lo que me gustaba creer porque la realidad detrás del telón a veces es devastadora.
Era una buena vida, pese a todo; llena de risas, amor y sobre todo canciones. Cuando era pequeño, mamá decía que mi futuro era la música, aprendí a tocar el piano antes que la bicicleta, mientras otros niños jugaban al futbol, yo estaba metido con una guitarra, una plumilla y una hoja, encerrado en cuatro paredes.
Y cuando tocaba junto a mi mejor amiga todo era mejor, ella fue la primera que me decía sí cuando todos creían imposible mis sueños, ella era el tipo de chica que te brindaba seguridad con la suya, te la prestaba un momento, era bueno.
Mi mundo era mío.
Todo era mío.
Cuando el sueño de tu vida comienzas a verlo frente a ti se siente una especie de poder inalcanzable. Eso deben sentir todos los superhéroes, supongo. Con el pasar del tiempo descubrí que si no eres lo suficientemente listo ese mundo puede arrastrarte, lindo por fuera, retorcido una vez dentro.
Después paso.
Había ganado un premio, uno importante, uno que hacía que todos me miraban como una especie de show de comedia, estaban esperando cualquier error para tirar mi carrera. La gente comenzaba a ser más exigente, ya no bastaba con amar componer, ahora tenía que ser más o iba a quedarme en el olvido, lo admito fue... abrumador.
Pero como les dije, tenía a buenas personas a mi lado, en especial a mi mejor amiga, entonces podía con ello ¿no? Cuando tienes de donde agarrarte cuando el mundo se tambalea no da tanto miedo.
La primera persona que me escuchaba siempre fue ella, con el tiempo nuestra amistad se fortaleció y se convirtió algo más, si soy honesto sigo sin saber ¿Cómo algo perfecto pueda llegar a podrirse?
Por un momento dudaba de mí mismo, había noches que no podía dormir por las expectativas que comenzaba a carga sobre mis hombros, la universidad también era otra carga, a veces era demasiado, pero ella siempre se quedó... incluso cuando no era lo sano.
Luego simplemente paso, si llevas cargando una bomba por mucho tiempo y la descuidas cae al suelo, puede encender la mecha. Llega a estropearlo todo.
¿Qué podría pasar para que perdiera todo?
A veces algo simple es lo necesario para estallar, pero esto no era simple. Ella no lo era.
Lo que nadie te dice cuando estas en la cima es que las caídas suelen ser más fuertes, lo hice. Caí en picada y sin paracaídas, el golpe fue duro.
Ya no tenía nada.
Comenzaba a apartarme de las personas que amaba, también mi trabajo lo descuide, creo que en fondo deseaba tocar fondo. Cuando caes al suelo ya no existe más, solo levantarse, llevo mucho tiempo en el suelo.
No volví a escribir. No desde hace tres años.
Las hojas ya están frías en mi escritorio, los lápices que antes me terminaba en una sentada llevan ahí empolvados dentro de un cajón, la guitarra que antes tenía que cambiarle las cuerdas ahora llevan tres años sin usar.
Todo está guardado en una habitación bajo llave
No soy capaz de voltear a la puerta, paso de largo cada día. Tampoco soy capaz de tirar las cosas porque decir adiós cuesta horrores, incluida ella.
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El Lugar Donde Albergan Los Sueños Rotos
Teen FictionEl lugar donde albergan los sueños rotos. Es tu habitación, tu cabeza, la gente que te rodea, es tantas cosas y nada al mismo tiempo. Oliver había encontrado su sueño roto cuando dejó de escribir. Adhara lo encontró cuando su madre murió. Los sueñ...