Buying a Incubus

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*aun no reproducir el audio*

Pasaban las 10 de la noche Harry ya se había puesto el pijama que consistía en un pants aguado sin camisa y miraba "murder house" por decimoquinta vez, esa noche su hermana se había ido a dormir con una amiga y a su madre le toco el turno nocturno así que estaba solo en casa.

-maldita sea, si estaría bien una noche de pasión con Evan-

Distrajo su mente de la serie con aquel pensamiento ¿y si Niall tenía razón? ¿Qué era lo peor que podía pasar? a parte de que le robaran su dinero, bueno por ahí dicen que el que no arriesga no gana.

Tomo su laptop y abrió una pestaña en modo incognito tecleando el url de aquel extraño sitio web, lleno los datos que le pedían y finalmente realizo una transferencia bancaria.

Pasaron alrededor de 10 minutos y no había ocurrido nada extraño ni nadie había tocado a su puerta, dio un suspiro sabiéndose un idiota al que habían estafado estúpidamente y se puso de pie para ir al baño a orinar.

Al salir no esperaba toparse con un apuesto chico sentado en a los pies de su cama mirando el televisor, se quedó estupefacto viéndolo, llevaba un traje negro de costosa apariencia perfectamente planchado y ajustado a su cuerpo dejando en claro la hermosa cintura que poseía.

-cierra la boca hermoso o vas a empezar a tirar baba- hablo el desconocido con una aguda pero domínate voz.

-¿Qué eres?- tartamudeo aun anonadado y sonrojado por ser atrapado viéndolo de esa manera.

-¿Qué soy?- repitió el desconocido -curiosa pregunta- se puso de pie y camino hasta el rizado que se quedo mas tieso de lo que estaba, aquel chico emanaba poder y eso le ponía los pelos de punta - ¿Harry, verdad?-

*reproducir el audio*

El oji verde solo asintió sintiendo la penetrante mirada del otro examinar todo su ser, al tenerlo tan cerca Harry pudo admirar el rostro de aquel desconocido, su mandíbula era firme y sus pómulos marcados, labios delgados pero tentativamente rojos, apetitosos, su nariz ligeramente respingada terminando aquel escultural rostro con un par de iris azuladas tan hermosas como el reflejo del mar en el cielo al atardecer.

-bien Harry mi nombre es Louis y seré tuyo por unas horas-

-¿mi...mío?- dijo tragando saliva dando pasos hacia atrás hasta chocar con la puerta del baño.

Al oji azul parecía divertirle el nerviosismo del rizado – si Harry, tuyo, tú pagaste por mis servicios ¿o acaso no fuiste tu?- dio unos pasos mas cerca del cuerpo del menor, acorralándolo -¿o será que no creías que fuese real?- termino de pegar su cuerpo al del rizado poniendo sus manos en la cintura ajena perimiéndose tocar la lechosa y suave piel del menor -¿estas nervioso nene?-

Harry asintió.

Louis se retiró un poco.

-te daré un masaje de relajación, acuéstate de panza en la cama bonito-

Sin rechistar Harry cumplió la orden del incubo que le acompañaba, se recostó y escucho como el ente se quitaba los zapatos botándolos por algún lado de la habitación y sintió como un peso se posicionaba sobre él, un escalofrío inundo su cuerpo cuando un liquido le escurrió por la espalda.

-es aceite de masajes, es de vainilla espero que te guste-

Con sus fuertes manos comenzó a amasar la espalda del rizado que pronto comenzó a soltar gemidos bajitos al sentir como el estrés abandonaba su cuerpo provocando una sonrisa ladina en Louis.

-que bonito gimes- se inclino para susurrar en su oído, la suave y aguda voz del ente combinado con su aliento haciéndole cosquillas le provoco a Harry un hormigueo que le recorrió el cuerpo hasta su entrepierna.