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Al día siguiente...

El primero en despertar fue Jeongin y se quedó mirando a su madre para después darle un beso en la punta de la nariz, tras hacer eso se alejó fue corriendo hacia otro lugar.

Nunca entendía porque su mami estaba sólo pero tampoco le molestaba tanto porque así toda su atención era para él y tal vez era egoísta pero por ahora lo prefería así.

Solo tenía tres pero no le gustaba ver a su mami triste solo por mencionar a su padre. Si así se iba a poner con su padre a su lado, prefería no verlo.

Después de un rato, cuando volvió a la habitación, vio a su madre comenzar a moverse así que se subió a la cama cuidando de no pisar las piernas de su mami y, apenas el castaño abrió los ojos, el menor se impulso y se tiró encima del ojiazul haciendo salir todo el aire de sus pulmones.

- ¡Mami!- Sonrió y abrazó a su madre.

- Hola, pequeño. -Trataba de recuperar el aire como casi todas las mañanas y cuando por fin lo hizo, correspondió al abrazo y comenzó a hacerle cosquillas en "castigo" por hacerlo perder el aire.

Luego de un rato, lo dejó en paz y simplemente lo abrazó para después comenzar a olisquear al niño pues tenía un olor... Interesante, por así decirlo.

- Jeongin... -Lo miró con ambas cejas alzadas y el niño rió.

- Dime, mami.

- ¿Comiste algo hace un rato y no me trajiste un poco? -Habló con falsa indignación, el menor rió mas fuerte y se alejó de su madre para luego bajarse de la cama y alzar un plato del suelo.

- Galletas favoritas. -sonrió y volvió a subir a la cama para comenzar a comer mientras miraban una película a petición del pequeño.

Cuando acabaron de comer, Felix puso el plato sobre la mesita a su lado y se acomodaron para seguir viendo la película. O al menos Jeongin porque Felix estaba pensando en una lista de cosas para hacer ese día y, sinceramente, no se le ocurrían muchas cosas.

Bien podrían quedarse todo el día en la cama viendo películas o podrían ir a pasear pero su pregunta era ¿dónde? Pero entonces una idea surgió.

- ¿Vamos a tomar un Helado?

- ¡Si!

El castaño puede jurar que nunca había visto a Jeongin levantarse e irse tan rápido, como acababa de hacerlo. Así que él igual se levanto y fue a la habitación de su hijo para ayudarlo a cambiarse.

Una vez hecho eso, él mismo fue a su habitación y se puso lo primero que vio. Volvió a la habitación de Jeongin y ambos fueron al baño para lavarse los dientes y la cara, se pusieron sus gorras y salieron de su casa.

Para no aburrirse durante el camino, se pusieron a jugar y a decir verdad el juego era fácil consistía en: no pisar las lineas del suelo pero lo complicado, por así decirlo, eran los castigos que puso Jeongin al juego. Consistían en tres castigos por ende tenían tres oportunidades; el primer castigo era no poder correr en su forma de lobo por una semana entera; el segundo castigo era una sesión de cosquillas de 10 minutos, algo difícil; el tercer castigo era no poder bañarse con el agua caliente durante una semana y únicamente bañarse con el agua totalmente fría.

Cuando el menor puso los castigos, Felix se preguntaba ¿de dónde salió tanta maldad y cómo cabía en algo tan adorable como su hijo? Y entonces lo recordó que durante su celo lo había dejado con Jisung y Minho, en resumen, dejó a su angelito con los dos seres mas crueles del mundo... Bueno no tan así pero si son malos y muy "bromistas”.

Continuando, cuando llegaron al parque quedaron en:

• Jeongin no podía correr en su forma de lobo por una semana y llegando a casa tendría que aguantar cosquillas por 10 minutos.

• Felix debería bañarse toda la semana con el agua fría.

Siendo sinceros, casi siempre quedaban así o al menos en la tercera porque Felix de ninguna forma iba a permitir que su niño se bañara con agua fría, podría enfermar y si él mismo lo hacía no le importaba.

Luego de haber comprado sus helados ambos fueron a sentarse bajo un árbol para comer tranquilos y luego de haberlos acabado Jeongin fue a jugar sin apartarse de la vista de Felix. Algunas niños se acercaban a Jeongin a jugar y este aceptaba, nada fuera de lo normal, pasado un buen rato volvió con su madre y se sentó entre sus piernas mientras se apoyaba en él.

El castaño decidió comenzar la sesión de cosquillas ese mismo momento y no esperar a llegar a su casa y así lo hizo, comenzó a hacerle cosquillas y para él no había sonido mas hermoso que el de la risa de su pequeño. Siguió con las cosquillas ignorando las súplicas del menor y cuando éste intentaba escaparse, Felix lo agarraba mas fuerte y seguía con lo suyo.

Una vez pasados los diez minutos se detuvo y vio a Jeongin respirar con dificultad e incluso con lágrimas en los ojos así que limpió sus lágrimas con sus manos y luego lo abrazó muy fuerte siendo correspondido.

Pero aunque uno quiera no todo puede ser puede ser perfecto, porque cuando Felix abrazó a su hijo sintió que sus fuerzas lo abandonaban y no debía dejar que eso pase e hizo lo más conveniente, según él.

- Se un lobo y corre a casa. -Susurró en el oído de Jeongin.

- Pero no puedo ser uno por una semana, mami.

- Solo hazlo ¿si, amor? -volvió a susurrar con dificultad.

- Esta bien.

Jeongin rápidamente cambio para ser un lobo, Felix lo vio e hizo lo mismo para luego empujarlo con su hocico y ambos correr hacia su casa. Cada paso para Felix era un tortura pero no podía permitirse en dejar a su hijo en un parque sólo, para su suerte el parque no quedaba tan lejos de su casa y llegaron rápidamente.

Sin embargo apenas entraron a su casa por el jardín trasero, Felix ya no aguantó y sus fuerzas tampoco se lo permitieron, ni siquiera le permitieron volver a ser un humano.

- ¡Mami!

Fue lo último que escuchó antes de que todo se volviera negro.

I'm In Love With You | HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora