Me Abrazo A Mi Soledad.

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Jiang Cheng le daba una calada a su cigarrillo mientras miraba sus pies, los balanceó un poco, el siempre le tenía miedo a las alturas, imaginar que con tan solo dar un paso hacia adelante podría acabar con su vida, pero como dijo, eso era antes.

Ahora ver cómo los autos pasaban por la carretera, se veía tan pequeño que apenas se podía ver las luces, eran tan pequeñas pero iluminaban toda la calle.

El frío viento golpeaba su rostro removiendo sus cabellos, con algo de hasto se colocó sus cabellos detrás de su oreja, empezó a balancearse con una canción imaginaria, era suave y dulce, poco a poco empezó a tararearla, meciéndose cuando ya supo cuál era empezó a cantarla caso en un susurró, tan encantador.

Mientras cantaba lanzo el cigarro hacia abajo, vio como se perdió de su vista.

Se sentía cansado.

De todo.

Algunas lágrimas empezaron a bajar de sus mejillas, ¿Cuando fue la última vez que le vio sentido a las cosas? Fue hace mucho, era difícil complacer a sus padres, las discusiones en su casa empezaron a ser un hábito de todos los días, cuando era niño se tapaba las orejas e imaginaba una linda familia, donde siempre lo abrazaban y mostraban interés en el y su hermana. Con esos lindos pensamientos se acostaba, así no podría escuchar más sus discusiones. No supo cuando fue que dejó de hacer aquello y los escuchaba, dolía, quemaba como el era el motivo de las discusiones.

Desprecio, desagrado, inconformidad, lastima, era lo que siempre sentía de sus padres con él.

"¿Puedes hacerlo mejor?" "¿Porque no eres como Wei Wuxian?" "No ves que tu padre no te quiere?"

Era lo que siempre escuchaba.

Un día ya no le importó, cerraba la puerta de su habitación para estar en su refugio, donde podía sentirse cómodo.

No sabe cómo fue que pasarla con sus amigos dejo de ser divertido. Salir con ellos era su escape de casa, sin discusiones, sin disputas, sin nada de eso. Pasar la tarde comiendo en una cafetería o en un puesto de mala muerte, jugar videojuegos en casa de alguno o simplemente en una sala de juego. Hacer la tarea juntos o bueno, decir que la van a hacer y pasar la tarde haciendo todo menos eso. Un día empezó a aburrirle, se escusaba con "debo hacer tarea" "mis padres me esperan", ya no sentía ganas de estar con ellos, sentía un vacío. Un día ya no necesito más de esas escusas ya que sus propios amigos le daban un espacio pensado "se le va a pasar" y así duraron hasta llegar a la universidad.

Siempre que llegaba a su hogar no había nadie, había más cosas importantes que hacer tiempo de familia. Antes tenía su hermana pero ahora estaba en la universidad, que era en otra ciudad.

No sabe cuándo le perdió el gusto cocinar. Cada que pisaba la cocina o cortaba algunos vegetales o alguna carne, era un recuerdo cálido... era el espacio de su hermana y él, mientras que el tonto de Wei Wuxian trataba de sabotear la comida con alguna especie súper picante. Los dos se fueron a hacer sus vidas, y ese lugar era soledad más nada, el veía como la comida que hacía se desperdiciaba en la nevera, ningún solo bocado era probado por alguien que no sea él.

Soltó una risa amarga.

Luego conoció-

Escuchó unos pasos apresurados detrás de él, una puerta fue abierta violentamente, miro por encima de su hombro.

— Xichen-Ge —dijo en un susurró.

— ¡A-Cheng! —grito el Lan, se podía ver la desesperación en su voz, sus pasos eran temblorosos y extendió una mano hacia el Jiang— A-Cheng, amor dame tu mano y aléjate de ahí.

Me Abrazo A Mi Soledad (XiCheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora