Saga Sweet Flavor ~Banana~ +18 [Completada]

07

Anahí

Jungkook se acercó para besarme, sus labios lentamente rozaban los míos como si quisiera torturarme y la verdad es que me encanta esta tortura, sus labios solo apenas tocaron los míos a la vez que sus dedos apenas rozaban en mi piel, haciendo que me gustara mas esta forma en la que me toca.

—Me gusta como tu cuerpo responde a mis caricias... Anahí... Quiero que seas mi novia, oficialmente —sus ojos me miraban tanto con amor cómo con deseo, no podía dejar de mirarlo, sus ojos me atraían.

Así que me acomodé de rodillas y tomé sus mejillas para besarlo, nuestros labios se ajustaban perfectamente, movía mi cabeza para tener más acceso a sus labio, sus manos ya estaban entrando dentro de mi blusa haciéndome gemir.

—¿Aún no...me has respondido? —la manera como habla a la vez que jadea me excita mucho.

—Pues, si quiero, quiero ser tu novia —sus ojos brillaron por un momento.

Pero después sus ojos cambiaron completamente y el beso se volvió más rudo, más apasionado, podía sentir su lengua jugando con la mía mientras ambas peleaban por entrar a la boca del otro, ambos jadeabamos y gemíamos en la boca del otro.

Sus labios dejaron los míos y bajaron hasta mi cuello, iba dejando chupetones y lamiendo cada parte de mi piel hasta llegar a mi clavícula, allí se detuvo. Tomó mi blusa y comenzó a jalarla hacia arriba hasta quitarla por completo.

—Me encanta el color de tu piel —lamió hasta llegar a mis senos dónde quitó mi brasier para liberarlos— Hermosos.

Lo dijo de una manera tan sensual que no pude evitar morder mis labios. Tomó uno de mis senos y lo llevo a su boca, dónde su lengua lamió toda esa zona, con su otra mano apretó mi seno una y otra vez haciendo que mis gemidos se volvieron cada vez más fuertes.

Su boca descendió por mi piel bajando hasta llegar a mi zona V, bajo lentamente mi pantalón para luego meter su cara entre mis piernas, lamía por encima de mi braga de vez en cuando mordiendo la tela, apretaba mi clítoris con sus dientes haciéndome gemir.

—Eres muy sensible... Te daré la noche de tu vida —lamió sus labios.

Quitó la braga de mi cuerpo dejándome completamente desnuda frente a él, metió su lengua entre mis pliegues, lamiendo una y otra vez.

—Aaahhh~ Jungkook~ —no podía detenerme, mi cuerpo se movía solo, mis manos se aferraban a la sábana mientras él me follaba con su lengua.

Hasta que mi cuerpo cedió en un rico orgasmo, él se levantó de la cama lamiendo sus labios mientras no quitaba los ojos de mí y entonces quitó su bóxer. Y a pesar de que ya lo he visto desnudo, aún se me hace agua la boca, su miembro es grande y grueso, perfecto para llegarme hasta lo más profundo de mí, a la vez que me rompe todo por dentro de una manera deliciosa.

Mientras no me perdía en su polla, él ya estaba abriendo el condón.

—Me estoy cuidando, no te lo coloques, quiero sentirte, déjame sentirte —me coloqué de rodillas y lamí la punta de su miembro, él gruñó y colocó su mano en mi cabello apretándolo.

—Chúpalo todo —y eso hice, lamí cómo si fuera una paleta, una y otra vez de arriba abajo, aquellos gruñidos que salían de su boca me excitaban más.

Pasé a abrir mi boca y meterlo hasta lo más profundo que pudiera, el resto de su miembro lo masajee con mis manos. Él tomó la base de mi cabeza y comenzó a follarme la boca sin piedad, intentaba respirar para así no ahogarme, ya que su enorme miembro apenas si me cabe casi todo, podía verlo, nunca cerré mis ojos porque amo las expresiones que él hace, llevo uno de mis dedos cerca de su hoyo posterior y se retuerce antes de venirse llenando mi boca con su semilla.

—¿Por qué tocaste allí, niña traviesa? —comenzó a gatear en la cama haciendo que mi cuerpo retrocediera y cayera acostada.

—Porque se que los hombres tienen una debilidad en ese punto —nos unimos nuevamente en un beso algo apasionado saboreandonos.

Él colocó su polla en mi entrada y me penetró tan rudo que grité debido al placer que estaba estallando cada vez que él daba con mis paredes vaginales y a su vez terminaba apretándolo más.

—Se nota...que te gusta...rudo...novia mía —jadeaba y gemía fuerte con cada embestida.

—Aaahh~ Amor~ —mis uñas se clavaron en su espalda, rasguñando su piel, aquello le encanta, él es muy obvio en ese aspecto.

Tomó mis piernas colocándolas sobre su hombro para llegar aún más profundo, fué cuando entonces me volví loca y comencé a gemir tan duro que sé que los vecinos escucharán, sentí que toqué el cielo al momento de venirme, al apretarlo hizo que él se viniera llenándome de su semilla.

Él cayó sobre mi pecho y mis manos simplemente rodearon su cabeza para así poder acariciarlo.

—Ahora eres mi novia —levantó su mirada pero su mentón aún estaba pegado en mi pecho.

—Y tú ahora eres mi novio —le sonreí igual.

Él se levantó y salió de mí, se colocó a un lado y me acomodó para que durmiera con mi cabeza en su pecho. Esa noche fué la mejor de mi vida, Jungkook ahora es mí novio y me había hecho el amor, de una manera como nadie me la había hecho anteriormente.

*

Narrador

Los tacones sonaban mientras Hana bajaba del apartamento de Jungkook, lo había visto llegar con otra chica y luego él escucharlos teniendo sexo fué la gota que derramó el vaso.

Esta chica tenía que morir, sea como sea y de una manera lenta, que se arrepintiera de haberle quitado a Jungkook, de haberlo cegado, según Hana.

Bajó hasta su auto y abrió la compuerta de atrás asegurándose de que todas sus armas estuvieran allí, una sonrisa apareció en sus labios al confirmar que todas estaban allí. Luego entró a su auto y decidió esperar al siguiente día, ella saldría de la casa de Jungkook y Hana la seguiría hasta su casa, dónde la mataría lentamente, esparcirá su sangre por toda la casa como si fuera pintura para que todo el mundo vea que Jungkook solo es de ella.