Las palabras me desangran, me cortan la circulación abruptamente, son puñales que silencian mi boca, son fuertes patadas hacia mi pecho.
Las palabras me desgarran mi alma, pienso en algún lugar en paz y describo la manera de poder llegar ahí, pero aún y estando en paz no podría librarme de el monstruo que no Atraña, arranca mi corazón a pedazos.
Las palabras me emborrachan, más de una vez me he quedado deambulando por la soledad de mi habitación, y durante esa noctámbula borrachera la única cura para la resaca de letras es leer y escribir más.
El cuerpo me lo pide a gritos, es mi cocaina, cuando escribo me siento libre, me siento capaz de alcanzar el sol, pero mis alas que de cera son, se derriten, y en mi punto más alto en el cielo, caigo.
Ese suelo blanco, ese maldito suelo blanco.
El no pensar me destruye, siento que mi mente que grita, pero algo lo silencia, el no pensar me enferma.
es una pelea interna infinita, es como si lucifer y algún arcángel estuvieran luchando, quien dominara a quien.
Cuando el ángel gana, la inspiración recorre todo mi cuerpo; las palabras circulan por mi torrente sanguíneo, mi corazón late más rápido, nace de mi una necesidad impulsiva de escribir, muero y vuelvo a nacer después de cada lectura, después de cada párrafo que escribo. Encuentro en el mapa de lo inexplicable, una guía que lleve mi alma perdida a su objetivo.
Pero cuando el demonio gana la interminable batalla, yo muero, me silencio, no soy nada en este mundo, ganas interminables de escribir nacen de mi, pero, por alguna razón el demonio va matando uno a uno esas ganas, apuñala a mis musas, y deja un grotesco paisaje de letras y oraciones degolladas, soyosando ser escritas, gimiendo y llorando por ser liberadas de mi ser. Mi bosque bullicioso que antes albergaba la vide de miles animales de todo tipo, plantas y flores hermosas; ahora solamente es el cementerio de las almas perdidas, el limbo de las letras, el fin de mi humanidad. vivo sin tener vida.
Muero y reencarno.
Y no tiene fin.
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Recuerdos Vol.1
Cerita PendekRecuerdos rotundos de mis desvelos habituales. Cuando muera, lleven mi cuerpo moribundo al lugar donde nací, llévenme a mi natal Monterrey, llévenme junto a mi madre, que me dio a luz, llévenme junto a mi amada, ahí donde nació mi amor por ella, trá...