Una de las cosas que más odio de mi vida son los despertadores. Te avisan de la hora exacta a la que tienes que levantarte y por decirlo así, casi todo el mundo se levanta 10 minutos más tarde. He de decir que no soy muy diferente a las demás personas, pero si que tengo algo extraño en mi interior. Volviendo al tema de los despertadores, apago el mío. Pero espero 10 minutos hasta que mis piernas blanquecinas salen al exterior, sintiendo el frío de la habitación y dejando que mis pies toquen el suelo. Bostezo. Oigo el tema que suena respecto a las llamadas y toco el botón verde de la pantalla del móvil.
-¿Si? -pregunto mientras froto mi ojo izquierdo.
-Llego en 20 minutos. Espero que estés lista. -Sé de sobra que la voz corresponde a Robin.
-Vale. Hasta luego.- Cuelgo.
Y para dar el final al despertar, deslizo la cortina de la ventana con el fin de que el sol inunda mi dormitorio.
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A dos pasos de la muerte
Science FictionNina, una chica como otra cualquiera, pero con un don especial que solo lo sabe ella y su mejor amigo, Robin.