CENA ROMÁNTICA

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Elian se levanto temprano pero le informaron que su esposa había salido a trabajar, como carajos se le escapaba, lo último que necesitaba era más problemas gracias a ella, desde ese incidente en la fiesta prácticamente no la veía, y en realidad eso era lo mejor en realidad no lo soportaba, él estaba prácticamente seguro de que ella solo quería su dinero por ese motivo accedió a casarse con un hombre en silla de ruedas.

Entro al consultorio del doctor con un semblante serio, solamente quería escuchar que la cirugía sería un éxito, no necesitaba nada más, había vivido por años es esa prisión, quería una respuesta pronta, él hombre tomo su expediente y empezó a leerlo con paciencia, luego lo dejó en la mesa y lo observo a los ojos.

__La posibilidad de que vuelva a caminar es de un cincuenta por ciento señor Hamilton, no puedo hacer milagros pero puedo intentarlo __le dijo el hombre con sinceridad.

Elian se quedó pensativo por un tiempo, era eso o nada, y prefería intentarlo con tal de recuperarla.

__Con eso es suficiente, necesito volver a ser el hombre de antes, esta silla es como una tortura que en realidad ya no lo soporto más.

__Es peligroso __le dice con un semblante serio.

__Es lo que menos me importa, solo haga su trabajo doctor __replica molesto.

Se quedó haciendo el papeleo, solo quería volver a caminar por ella, con eso al fin sería feliz de eso estaba seguro, no pensaba darse por vencido ella era su motor, no le importa lo que tuviera que hacer, valdría la pena.

__Señor tiene que hablar con su esposa sobre la cirugía, creo que es necesario, ella puede cuidarlo mientras se recupera, ¿¿no lo cree??

__No la quiero ni ver ni en pintura, a caso no entiendes, quiero el divorcio, pienso casarme con Mónica después de la cirugía.

__Pero ella está casada joven, no puede hacer eso __replicó su asistente.

__Solo cállate __grito enojado __te pago por hacer tu trabajo, no por molestarme con estupideces como esas, yo se lo que hago.

Salieron de la habitación y le ordeno a su asistente pasar por sus medicamentos, le ayudo a bajar por el ascensor, al llegar a la primera planta  observo a mi esposa tratando de pagar algo con la tarjeta, se veía algo preocupada, su asistente le da una mirada de desaprobación, la verdad no le interesa en lo más mínimo.

__Sube al auto __le ordenó, al escuchar mi voz ella se asusta __date prisa.

__Tengo que ir a la universidad __responde en tono desafiante.

__Lo haces por las buenas o por las malas Anastasia, no me pongas a prueba que hoy no estoy de humor para tus tonterías.

__Nunca estás de humor __musita.

La vio salir molesta, subió al coche, dio un suspiro de alivio, terminó de comprar lo que necesitaba y subió, ella observaba por la ventana furiosa, evitaba hacer contacto visual con su esposo.

__Dame la maldita tarjeta, se nota que solo quieres mi dinero, ¿¿no es así?? __Me da una mirada filosa y sigue observando por la ventana __ya que no quieres hablar voy tener que hacerlo yo, tienes que pagarme todo el dinero que gastaste ayer, serás mi empleada, cocinaras para mi todos los días, no tendrás ni un centavo más de mi dinero, me sorprende lo que hace la gente como tú por dinero __tomo su barbilla con mis manos con fuerza, mi asistente intenta decirme algo pero lo calló rápidamente, se nota que todavía no entiende que no quiero su opinión en este momento, nos detenemos en la mansión y ella baja molesta __tengo hambre cocina algo.

Anastasia no podía creer lo que le estaba diciendo el imbécil de su esposo, al menos había pagado el hospital, estaba acostumbrada a ser tratada como una empleada más, cual seria la diferencia.

__Como usted ordene señor __le digo con los dientes apretados, me empiezo a sentir más mal que al principio.

Ana camino directo a la cocina para preparar la comida de ese hombre, se detuvo al escuchar su voz.

__Se que tu no eres la novia que me prometieron, odio a las personas mentirosas.

Se gira y se marchó rápidamente, entro a la cocina, intentó cocinar algo delicioso a fin de cuentas era su esposa, en realidad aprendió a cocinar gracias a su abuela, escucho el timbre, pero no le interesa saber quien era, segundos después escucho la voz de una mujer.

Se apresuró a terminar de cocinar, coloco los vegetales en la olla mientras termino de preparar la carne, la cocinera la observaba sin decir nada, miro el reloj, tenía poco tiempo para terminar, el mayordomo le avisa que su esposo está a la mesa, terminó justo a tiempo.

Sirvió los platos y llevo la cena, al llegar al comedor se dio cuenta que había una mujer sentada muy cerca de Elian, tenía una sonrisa, trato de disimular y se dio cuenta que era la misma mujer del café.

__Sírvele a Mónica __me dice en tono seco.

Me quedo observándolos por unos segundos y me doy cuenta que su rostro se ilumina con solo verla, no aparta sus ojos de ellas ni un segundo, por algún motivo se siento triste, regreso a la cocina, luego al comedor, le sirvo a la chica sin protestar, le debía demasiado dinero al señor Hamilton, se que replicar esta de más.

__¿¿Ella es tu esposa no es así?? __Pregunto la mujer con total descaro, mi esposo asiente con la cabeza __Pensé que era más hermosa __dice mirándome con desprecio.

__Solo ignórala __murmura Elian.

Ana se dio la vuelta y decido regresar a su habitación, pero Mónica no pensaba dejarla ir con facilidad, así que le lanzo una indirecta.

__Las mujeres como tú solo buscan dinero no es así __me dice en tono de burla __pero te equivocaste de persona.

__Quizás no seamos tan diferentes señorita Mónica, ¿¿o me equivoco??

La mujer le da una mirada de disgusto, Ana subió las escaleras lentamente y regresó a su habitación, se doy cuenta que la fiebre aumentó, bueno no tenia dinero para comprar medicamentos.

Tomo un baño y se acostó en la cama a descansar un poco, tenia demasiado frío, le duele el cuerpo, de seguro era un resfriado pensó para si misma, se quedo allí tratando de no pensar mucho.

Su esposo estaba en el comedor cenando con su ex de manera romántica, si tanto lo ama por qué carajos se caso con alguien más, no era más que una sinvergüenza disfrazada de dama, el asistente le pidió que no me marchará, lo mismo le pidió su suegro, no pensaba darle el divorcio y menos para que estuviera con una mujer como ella.

Ahora necesitaba pensar en cómo conseguir dinero para pagar el hospital, su trabajo en la tienda como dependiente no era suficiente, su padre pagaba la mitad, tendría que conseguir dos trabajos para lograrlo, pero lo haría si era necesario.

NOVIA SUSTITUTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora