And I love him ❦ Yoonmin

AND I LOVE HIM

Jimin observó por la ventana de su habitación el Ford Sunliner estacionarse a unos metros de su casa, la oscuridad no deja pasar desapercibido el color blanco del auto con el descapotable rojo, sabe a quién pertenece y le indica que el momento había llegado.

Con una gran sonrisa y con la sensación melancólica en su corazón acelerado tomó la pequeña maleta y observó por última vez ese sitio, la cama es pequeña, siempre tuvo sábanas blancas con la cubierta en color amarillo pastel, la lámpara siempre dio luz ámbar y un poco baja, los pocos libros están sobre la mesita de noche y la fotografía en blanco y negro de él y su hermano reposa también sobre la madera, se debate internamente unos segundos en mirarla por última vez o salir, decidió acercarse, la tomó entre sus manos y pasó su dedo índice delineando la imagen de él de pequeño junto a Jihyun.

Park Jihyun, su hermano menor, tal vez pueda enorgullecer a la familia, tal vez pueda hacer feliz a sus padres y espera de corazón que lo perdonen y entiendan sus motivos. Sintió su pecho comprimido y las lágrimas picar en sus ojos pero es pasajero. Concluyó que su felicidad nunca fue dependiente de cuatro paredes, de una familia y un futuro como su padre lo impuso, no, él no estaba hecho para quedar atado a un futuro monótono, el necesita vivir.

Respiró profundo y sonrió melancólico, las lágrimas formaron una capa cristalina en sus ojos pero pronto desapareció, dejó la fotografía en su lugar y dejó ir su antigua vida. Todo quedó intacto, solo es Jimin, el que no pertenece ahí, es un adiós a esa vida y una bienvenida a su nueva aventura. Salió por el balcón, observó más allá de la esquina y el vértigo se arremolinó en la boca de su estómago... ¿Qué estaba a punto de hacer?

Huir. Jimin siempre soñó con ser libre, libertad que nunca disfrutó por distintos motivos; el principal fue su padre. Los años no estaban para que Jimin se fijara en una persona que gritaba imposible, prohibido, problemas y errores, una persona de su mismo sexo, la sociedad era conservadora hasta la médula e incluso él se debatió demasiado en aceptar lo que es. Pero lo hizo, se aceptó y no hay arrepentimientos.

Comenzó una tarde de junio de 1964, Jimin había ido a esa cafetería junto con sus amigos de clase, ese día de su brazo colgaba una chica linda pero él no estaba a gusto, sin embargo, eso era lo que estaba bien ante todos los demás, estaba bien visto que un Park comenzara a visualizar su futuro, su padre decía que había dos cosas por las cuales debía aspirar en un futuro: un empleo que le hiciera ganar dinero y una bonita mujer a su lado para formar una familia y ser el hombre de la casa ¿Eso era lo que todos llamaban felicidad? No para Jimin.

Error, ella no lo era, la chica era preciosa y de buena familia, tal vez si Jimin hubiera cambiado de parecer (amargamente) hubiera funcionado, todo hubiese sido distinto si él no se hubiera aparecido en su vida como la espontaneidad.

Pero él fue lo desconocido y expectante, lo que necesitaba, su pase a la libertad. Un par de ojos destellantes, llenos de vida, expresivos, peligrosos y pecaminosos. Vestía formal, él llevaba puesto un traje, el fino saco gris, la camisa blanca y la corbata negra, pantalón negro y zapatos perfectos, pulcro, elegancia y madurez en un conjunto hecho a la medida. Jimin lo observó en cuanto pisaron la cafetería y grabó con atención cada detalle del hombre pelinegro.

Aquel día Jimin vestía un suéter de punto color arena, la camisa blanca, corbata y el pantalón sastre, se comparó con él por segundos, por su cabeza se visualizó así mismo en un futuro como ese hombre, con porte, con esa manera tan despreocupada de moverse... Pero no, lo lo haría, no debido a que Jimin sería distinto, completamente diferente.

Sus amigos y él se sentaron en una mesa, el elegante hombre les echó una mirada, Jimin lo notó, fue discreto. Los ojos oscuros se encontraron por primera vez curioseando cuando tomaba la pajilla de su bebida, su boca cerrándose en ese delgado plástico y los ojos pecadores y cálidos cayeron en sus labios.