Yoongi es el alfa más temido y respetado en todo el instituto, pero no ha podido evitar caer por el dulce omega de cabello rosa y mejillas regordetas. ¿Será capaz de dar un paso, olvidar los problemas y pensar solo en su mutua felicidad? >
• Adaptac...
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-¿En serio vas a dejar que ese alfa entre en tu casa?
Jackson le miraba con el ceño fruncido, intentando parecer serio, pero la boca llena de sándwich de atún y las comisuras manchadas de mayonesa no le eran de ayuda.
- Traga antes de hablar, burro.-Se quejó Jungkook limpiando con la manga de su camisa los restos de pan que su amigo le había escupido a la cara.
Jackson tragó y se limpió la boca.
-En serio, Kookie. No me gusta, no me gusta nada. Yoongi da miedo, se comporta como si odiara todo lo que le rodea.
-¿Qué es lo peor que podría pasar? Solo vamos a hacer un trabajo juntos.
-¿¡Que qué es lo peor que podría pasar!? Pelirosa, si apareces en primera plana en los periódicos locales como "chico descuartizadopor psicópata homicida", no me vengas llorando, porque yo ya te lo habré advertido.
-¿Cómo se supone que iba a ir llorando si estoy...? Mira, déjalo.
Estás siendo un exagerado, además, Yoongi nunca ha hecho nada para que pienses así de él a parte de ser tremendamente serio. ¿Alguna vez has hablado con él? Yo el otro día lo hice y sigo vivo. No seas prejuicioso, Jack.
-Bueno, bueno, pero, si mueres, me quedaré con tu play.
Jungkook rió y negó con la cabeza.
-No tienes remedio.
En realidad, Jungkook mentiría si dijera que no estaba nervioso y, quizá, un pelín asustado. No había visto al alfa en todo el día, pero habían acordado verse aquella tarde en casa del omega para comenzar el trabajo.
Afortunadamente, el día anterior habían compartido números de teléfono y Jungkook podía simplemente mandarle un mensaje con la ubicación.
Jungkook: Hyung, no ha venido hoy a clases, ¿sigue en pie lo de esta tarde? Jungkook: Le mando la dirección de mi casa por si acaso:3 Jungkook ha enviado una ubicación.
Yoongi: Ok
Jungkook frunció el ceño ante tan seca respuesta, pero no le dio demasiada importancia.
Si tan solo hubiera sabido que, si Yoongi no había aparecido por el instituto aquel día, era porque estaba demasiado nervioso por verse con él después de clases.
Eran las cinco y doce minutos exactas, dos minutos tarde de la hora acordada. Yoongi maldijo internamente, quizá ese día debería haber hecho una excepción y dejado que el chofer lo llevara.
Había perdido el bus y tuvo que correr desde su casa hasta la del omega en la otra punta de la ciudad. Y no había nada que Yoongi odiara más que correr.
Llegó a casa de Jungkook jadeante y sin respiración, aunque no sabía muy bien si era a causa de la carrera o de su nerviosismo por encontrarse con el menor.
