Yeosang abre la puerta del establo e inmediatamente observa a una pequeña niña sentada en el largo césped, jugando sola con un carro de juguete.“¡Lia!” Llama y la niña se voltea.
Tan pronto como le ve, una gran sonrisa aparece en su rostro y se levanta, saltando con emoción en el lugar.
“¡Yeosang-oppa!” Exclama. “¡Volviste!” Yeosang camina hacia ella y le desordena los azabaches cabellos, ella ríe y juguetonamente aparta su mano.
“Por supuesto que estoy de vuelta, princesa. ¿Cómo fue tu día?”
“Bueno” Lia le muestra su juguete. “¡Encontré esto hoy!”
“Es un auto hermoso.”
“¿Qué auto es?”
“Un Ford, creo. Sí, es un Ford.” Yeosang mira su reloj rápidamente: las seis y cuarenta. “¿Ya vinieron?”
Lia asiente con seriedad. “Sí. Preguntaron en dónde estabas.”
“¿Y qué les dijiste?”
“Que no sabía y que no podían quedarse hasta las seis porque era ilegal.”
Lia ríe y le vuelve a desordenar el cabello.
“Esa es mi princesa, buen trabajo, Lia. Y nunca olvides, pequeña, si hay acreedores en la puerta…”
“¡Entonces es mejor que no esté tras la puerta antes de las seis!”
“Muy bien.”
Lia comienza a saltar de nuevo.
“¿Y mi regalo?”
Yeosang ríe y niega con la cabeza, buscando en sus bolsillos tres paletas. Una vez que las consigue las suelta en las manos de Lia.
“Ahí te va.”
“¡Woah!” Lia abre bien sus ojos al mirar los dulces. “¿Tres?”
“Te conseguí fresa, cola y limón. Te estoy dando más porque…” Yeosang traga con fuerza. “Bueno, puede que no esté por un tiempo.”
Con eso, la sonrisa de Lia se descompone y la chica junta sus cejas en preocupación.
“¿Por qué? ¿A dónde vas?”
“No tan lejos, en realidad. Es sólo…” Yeosang ríe. “Tal vez sólo me vaya.”
“Pero volverás, ¿Cierto?”
“¡Por supuesto que sí!” Miente Yeosang, sonriéndole a la pequeña y apretando su nariz. “¿Quién más robaría paletas para ti de otra manera?”
Lia ríe de nuevo, sus mejillas ruborizadas en carmesí y el corazón de Yeosang se rompe un poco más.
Mientras camina a su departamento, dejando a Lia jugando con su auto en el establo Yeosang se da cuenta de que la extrañará. Bueno, no tiene certeza de ser capaz de extrañar a las personas una vez haya terminado, pero aún así. Si pudiera, la extrañaría.
Silenciosamente pide que sus padres la alimenten al menos dos veces al día, pide que su madre consiga un trabajo pronto para que pueda comprarle paletas pues él no será capaz de dárselas más nunca.
Abre la puerta de su departamento y entra.
Bueno, esto es todo. Último día en la tierra.
Yeosang camina hacia la sala de estar y mira la mesita. Encima hay cinta, una bolsa de plástico y una nota ya escrita.
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EPOCH | WooSanSang
Fanfiction"Son distintos, pero estaban perdidos y sus caminos se cruzaron" Epoch: Periodo particular de la vida de una persona ó de la historia, marcado por características distintivas y/o eventos. ¡! Contenido homosexual, relación poliamorosa entre tres pers...