Nuestro pecado

Contacto

Otro día de trabajo aburrido. No puedo creer que Jes no me permita crear un departamento para el diseño de la Tierra. Stoff y yo hicimos un muy buen trabajo con los demás planetas, Saturno y Venus nos quedaron hermosos, pero claro, es demasiado orgulloso para dejar que un ángel de tercer rango toque su preciosa creación. Ni es tan linda, está deforme, ni siquiera podo hacerla totalmente redonda. Le dije que los planetas deberían girar al rededor del Sol al mismo tiempo o al menos con una velocidad fija, pero le encanta llevar la contraria.

- Jes, la verdad no veo la necesidad de que sigas separando la tierra de esa forma. Ya la dividiste  mucho y no creo que debas seguir con esto. Esta afectando a los lagartos. - acababa de entrar y encontré a Jes "revisando" por no decir jugando con los continentes, estaba moviendo las mareas cuando claramente los de quinto rango ya habían marcado como se moverían.

-  Relájate, Luci, a demás, acabo sin querer inundar parte de occidente, ¿podrías decirle a los de tercero que bajen a limpiar eso? - no apartó la vista de su cochinero.

-¿Los vas a mandar a ellos aunque yo no he bajado ni una sola vez? Eso no es muy justo. - Me fui a darles el recado, a penas eran adolescentes y los mandaría a la Tierra. A este pasó iré a limpiar los cadáveres de la especie en un par de millones de años.

Sí, estaba claramente enojado. Desde el inicio del proyecto estuve muy emocionado por bajar, pero Jehová no me lo permite; ni siquiera me dice porque no puedo. Refunfuñando llegué con los chicos de tercero, les ordené que bajaran y volví a la oficina del jefe porque me había llamado. No veo la necesidad de tener que estar de un lado para otro, se supone que soy el más poderoso después del él, yo debería estar ayudándolo con las demás especies y no como un secretario

Estaba muy enojado conmigo. No puedo evitar hacerlo enojar, es tan lindo sobresaltado, en especial como mueve su boca, es como si las palabras fueran a escapar y estuviera haciendo un gran esfuerzo.

- Ya estoy aquí- Sonaba severa su voz. No pude evitar notar que aunque estuviera molesto seguía agudizando su tono de voz conmigo; incluso con los niños tenía la voz bastante grave.

-Luci, estuve pensando en algo. Creo que no deberías bajar a la Tierra por ahora. Sé lo que estás pensando, pero confía en mí - pedirle que creyera en mi ciegamente era algo que yo solía hacer, pero con Lucifer no era tan fácil, siempre ha sido bastante complicado. Sé que es leal a mi, pero muy terco y testarudo.

- Sabes que no me gusta hacer ese tipo de cosas. Está bien, a cambio, quiero que me dés tareas que vayan con mi nivel. Me estás poniendo cosas ridículas, cuando antes me ponías a estudiar los efectos de los movimientos que hacía la Tierra, pero ahora me tienes viendo a niños bailar. - Se escuchaba molesto. No le gustaba que lo infravalorara pero no podía permitir que los demás se sintieran demasiado opacados.

- Lucifer, sé que eres el más apto para este tipo de cosas, pero debo darle la oportunidad a los demás, se están sintiendo mal porque te doy todo el trabajo importante. - Era verdad, sabía que entendería

- ¡Que estupidez, pues que se esfuerzan más! Pero vale, está bien. Igualmente puedes darles otras cosas que no sean mi trabajo. Hay gran cantidad de cosas por hacer, como sacudir las nubes, últimamente ha llovido demasiado sobre la Tierra. - Me encantaba ese hombre, su manera de hablar conmigo era increíble. La gente suele tratarme con respeto y no decir que mis decisiones eran estupideces.

- Bien, ahora. Encárgate de acomodar los continentes, se están inundando demasiado y los dinosaurios no son tan listos para solucionarlo por si mismos- Odiaba que se llenará de agua, es frustrante cuando mueves esa porción de tierra y se te mojan los dedos.

- Ja, ja, es porque los mueves mal, debes hacerlo desde abajo - Se burló de mí. Era un maldito, pero sabía acomodar mejor las tierras que yo.

-Iré a decirle a Mangel que se encargue del orden de los nos niveles inferiores. Últimamente hay demasiado papeleo ridículo. - me retiré.

Unas horas después de conseguir de nuevo mi lugar estaba reacomodando los árboles: Jes se había empeñado en ponerlos todos al sur de América. Mientras los redistribuía entró con un rostro bastante tranquilo, hasta más de lo normal.

- Buenas noticias, ya todo el mundo está tranquilo y de acuerdo, le dí a cada sección algo para encargarse y también una cosa de la Tierra.  Te pasaré la lista luego. Por ahora descansa - fue directamente al sillón de antes. Yo también me levanté y me dispuse a recostarme sobre él y en menos de dos minutos ya me había dormido.

°~°~°~°~°~°

Desperté por las caricias en mi cabello, sentía como tiraba levemente de mis rizos, jugando con ellos; me apreté a su cuerpo dándole a entender que ya no dormía.

-Fueron menos de veinte minutos, una siesta no muy reparadora. - me continuó acariciando la cabeza, pero esta vez su otra mano bajó por mi espalda.

Levanté mi rostro y lo mire desde abajo, subí mi mano a su mejilla y la acaricie levemente

- Sigo sin comprender porque me gustas tanto - Solté sin más, mi rostro se empezó a calentar hasta que me hundí en su pecho para evitar verlo.

- Ja, Ja, Ja. Oh, pequeño Luci. No te tiene que dar vergüenza esto. Soy Dios, claramente ya lo sabía. - Se rió de mi, que hijo de... - A demás, no es como si yo no pensará lo mismo de ti he tú de mi.

Me senté nuevamente, estaba sobre sus caderas y él se sentó también.

- ¿Cómo? ¿Por qué no me lo dijiste antes? - me molesté, no era justo que él supiera más que yo

- No estaba seguro de que debiéramos hacer esto, pero ya no importa - Puso su mano en mi mentón y se acercó a mi.

Unio nuestros labios suavemente, eran tan cálidos y suaves. El nerviosismo había secado un poco los míos y él se dió cuenta, se separó ligeramente y pasó su lengua sobre ellos, para luego volver a besarme.

Estaba muy confundido, pero le seguí el juego, llevó sus manos a mi cintura y yo las subí a su cuello, profundizando el beso. No sé cuánto duró esa sesión de contacto suave entre nuestras bocas, pero al terminar me sangraban los labios.