Conservadores

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-¿Listo?-
 
-Sí-
 
-No parece-
 
-¿Por qué?-
 
-Dije que quería una cara sexy, no de velorio-…--Dice lógico.-
 
-Discúlpeme, señor Jungkook-...-Le sacó la lengua. Algo que se vería muy infantil pero no podía evitarlo-...-Por no cumplir con sus expectativas, debería buscar a alguien mas y dejarme en paz-
 
El pelinegro se levantó dispuesto a irse del estudio del mayor, no obstante, debía salir de allí. No podía ni tan siquiera hacer algo que a este le gustara, hacía lo que podía, lo que estuviera a su alcance por hacer esto rápidamente e irse a su habitación. Abandonar el estudio fue su idea pero se le fue negada.
 
-Oh, no , no, no-...-Le agarró el brazo sin ejercer mucha presión.-....-No te irás-
 
Repentinamente lo agarró y lo acostó en el sofá. Jimin trataba de zafarse del agarre pero lógicamente el más alto tenía más fuerza que él, tanto que se rindió y no tuvo más opción que quedarse quieto. Era humillante esta posición y no tener la fuerza necesaria para patearle el trasero a cualquiera que lo quiera someter, sin embargo no podría hacerle algo así a Jungkook. No se imaginaba haciéndolo.
 
--Estás muy raro Jimin-
 
-P-para nada, son sólo ideas suyas-...-Se excusó pero al parecer no había convencido del todo al mayor ¿Extraño el? Para nada -
 
-Mientes-...-En efecto, no le había creído nada en lo absoluto-...-No eres bueno mintiendo-...-Dijo esto último en su oído, casi juguetón. Es un imbécil.-
 
Jungkook se apartó yéndose directo hasta rozar sus labios con los del contrario. Podía sentir su miedo, su nerviosismo, desesperación, los latidos acelerados de su corazón.
 
-¿Estás así porque te bese ayer?-...-Preguntó el mayor-...-¿No te gustó y por eso andas a la defensiva?-…--A Jimin le pareció ver un ápice de dolor en la mirada ajena. Como si de verdad le interesara lo que Jimin haya podido sentir al ser besado -
 
*En realidad me encantó*  Pensaba Jimin .
 
Pero lógicamente no lo daría a entender y menos para quedar como un tonto frente a su jefe. ¡No tenían confianza! Pero aún con ello se habían besado y estaban así justo ahora; en esa posición comprometedora.

Jimin no sabe qué decir. Desde que tiene memoria nadie se le ha montado encima y le ha besado sin su consentimiento, ha de ser por ello que está tan ajeno al entorno que comparte con Jungkook. Se siente abrumado por su presencia, por el olor de su perfume y esos oscuros ojos mirándolo de esa forma tan profunda, no, no debe sentirse así de un tipo recién conocido y que sería el encargado de pagarle.
 
-No hablemos de eso-...-Apartó la mirada-...-No me siento muy bien ¿podemos continuar mañana?-
 
-No te creo mucho pero tendré que hacerlo-...-Se alejó de él poniéndose de pie estirando su camisa la cual se había arrugado un poco por su balanceada y forcejeo con el menor-...-Práctica tus facciones así sea en un espejo. Te necesito sexy para el cuadro mañana-...-Lo señaló-...-Espero y te sientas mejor-
 
El menor asintió sin mirarle.
 
El mayor salió del estudio dejando a Jimin de la misma forma como cuando lo sostuvo debajo de él; acostado. El castaño sabía que algo andaba mal aquí, que eso de “No me siento muy bien” fue una excusa de Jimin para lo evidente y es que, su comportamiento arisco se debía al beso que tuvieron. No se arrepentía de besar esa linda boca, pero de haber sabido las consecuencias que esto traería… lo hubiera pensado mejor antes de apegar ambas bocas.
 
Al pelinegro no le gustaba mentir y menos tratándose de algo como su salud pero no tenía de otra, sentía que moriría si seguía tan cerca del castaño. Con suerte había podido responder sin tartamudear pero no podía ser como si no se sintiera nervioso enfrente de su jefe Jeon Jungkook.
 
Su jefe, su compañero de hogar y el hombre que hacía sus emociones saltar al igual que su corazón cuando sencillamente lo miraba.
 
Si hoy se había sentido de esa forma con tan solo acercarse...No podía ni imaginarse como sería mañana que tendría que desnudarse en frente de él en su habitación y posar encima de su cama de una manera sexy a la cual muchos llamarían hasta vulgar y grosera. Muy explícita a decir verdad. Tal vez su mentalidad estaba muy atascada a la antigua… pero siempre imaginó desnudarse ante el hombre que lo poseyera por primera vez, porque así lo idealizo durante mucho tiempo, porque apreciaba el arte de la desnudez, tanto, que se resguardaba para quien amara su cuerpo, quien fuera digno de verlo en la desnudez total.
 
Cuando este cuadro saliera sólo rogaba porque sus padres no lo vieran o tuvieran sospecha de que su hijo era modelo de lienzos al desnudo. No quería ni pensar en lo deshonrados y avergonzados que estarían al saber que su hijo hacía eso. Una vergüenza. Sus padres eran tan conservadores como ningunos, y como sepan el trabajo para el que su hijo se ha prestado es, simplemente, un golpe muy fuerte para sus cabezas.
 
Solo ansiaba que no lo supieran nunca.
 
Y que mañana no cometa una locura frente a su apuesto jefe.

The canvas of the desiree - [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora