The canvas of the desiree - [KookMin]

Epílogo

“Nunca digas nunca” escuchó decir muchas veces.

Ahora sabía el peso de tales palabras mientras pintaba en la noche aún cuando decía que no lo haría por su “costumbre”

Habían pasado siete meses desde aquella competencia tan cansada que lo llevo a conocer a su gran amor, aquel muchacho de ojos curiosos y sedoso cabello. No había pasado mucho, se podría decir ya que actualmente el tiempo pasa demasiado rápido pero para Jungkook, quien solo se había dedicado a la pintura ahora el tiempo parecía demasiado cruel y tedioso todos los días en que tenía que arreglárselas para terminar cuadros y estar al lado de su querido novio. Se levantaba bastante animado pensando en que podría aprovechar las horas pero en cuanto menos lo esperaba estaba viendo por la ventana, mientras que su mano se deslizaba por un lienzo caer la noche y su hermoso novio mataba tiempo haciendo sus tareas de la universidad o viendo cualquier serie.

Jimin es bastante comprensivo y sabe que el trabajo de su guapo novio requiere de mucha concentración y ahora, luego de la competencia dónde Jungkook quedó en segundo lugar su estilo había vuelto a la normalidad: Jungkook pintaba conforme su gusto personal cualquier cosa que se le ocurriera y, por extraño que parezca no ha pintado a Jimin de nuevo. Lo cual no es malo, pero tampoco muy bueno.

--Kook.--…--Jimin se sostuvo del umbral de la puerta de aquella habitación del mayor llena de muebles de color azul y paredes amarillo. Si, a Jungkook le gustaban mucho los colores vivos.--…--Iré con Taehyung por un helado.—

Jungkook quería que su amado novio se quedara pero sería muy egoísta de su parte pedirle aquello cuando era consiente de la soledad que Jimin estaba pasando por culpa del trabajo. Jungkook tiene una cuenta bancaria bastante bien abastecida, pero lo que suele jugarle en contra es la responsabilidad poniendo esta por encima de todo y de todos… incluyendo Jimin. Es que si no pudieran con tanto recelo sus cuadros aquellas personas de la alta sociedad, con gusto refinado y exigencia tan alta como rascacielos… no estaría así, pero tienen una reputación que cuidar.

--Muy bien, Chim.--…--Remoja la punta de su pincel en agua para que no se endurezca.--…--¿A qué hora llegarás?—

Jimin entrecierra los ojos con una expresión de total duda.

--No lo sé, tal vez en la noche. Tengo tiempo sin ver a Tae así que pasaremos un rato por el centro.—

--Pero ustedes se ven en la Universidad.--…--Dice meneando el pincel en el agua. No estaba molesto con Jimin por salir, no le disgustaba en lo absoluto la amistad de Jimin y Taehyung porque uno suele conocer cuando a alguien le gusta alguien y en el caso de estos dos no hay nada de gusto, Jungkook lo sabe. Pero es que su molestia va hacia si mismo por no poder estar al lado de su novio, joder, apenas llevan siendo novios cinco meses, se supone que deberían estar más unidos que nunca follando por cada rincón.—

¿Desde cuándo no follan? Ah, si, desde hace casi dos semanas.

Jimin sonríe ladino sin percibir ningún molestia ajena ¿Cómo podría si su novio parece un niño muy pequeño? Conoce cuando Jungkook está molesto y en este momento no está ni cerca.

--Así podrás terminar tranquilo tu cuadro. Mas bien dime  ¿Para quién es éste?--…--Se acerca y pasa sus manos por los hombros ajenos viendo el lienzo con unas figuras abstractas y puntos de pintura deslizándose por ellas sutilmente. La vista era hermosa pero inentendible.—

Jungkook suspiró ladeando su cabeza para sentir mucho más cerca la piel de su amado novio ¿Por qué Jimin tenía que oler así de bien? ¿Qué no ve que con su cercanía le altera todos los sentidos? Jungkook tiene ganas de tirar todo e ir a follarse a su novio.