You fill my emptiness
Y ahí estaba, un Choi Yeonjun de 14 años en el ático de su instituto, decidiendo por dónde sería mejor tirarse para acabar de una vez con su vida.
¿Por qué quería suicidarse? La respuesta era algo confusa para él. Siempre se sentía mal consigo, como que no encajaba en ningún lugar, una mentalidad fomentada por la actitud de sus propios padres hacia él, quienes solo lo deshumanizaban tratándolo como una especie de muñeco al que podían manejar a su gusto.
Como consecuencia, Yeonjun se volvió extremadamente introvertido, y junto a las malas experiencias acabó siendo alguien solitario que apenas podía expresar sus emociones, prácticamente una especie de muerto viviente.
Caminando lentamente hacia el mediano muro encargado de evitar las caídas accidentales, Yeonjun empezó a recordar toda su vida. Recordó como su madre lo odiaba a muerte y aún no es capaz de explicarse el por qué; cómo su padre, a pesar de nunca hacerle daño físico, lo trataba como un simple objeto al que poder explotar laboralmente e insultar sin razón; recordó como todos a su alrededor lo trataban como un estúpido que no tiene derecho a tener opinión propia; pero sobretodo recordaba esa intensa sensación de vacío que lo inundaba a todas horas, siendo esta lo que más le afectaba.
Apoyándose con ambas manos, logró subirse al muro sin dificultad alguna, y una vez parado miró abajo. No sentía vértigo, al contrario, las ganas de descender esos 6 pisos rápidamente solo con tirarse aumentaban considerablemente.
Observó un poco toda la zona de abajo para estar seguro de que no habría nadie cerca, si se va a matar prefiere que su muerte no cause daños a algún inocente alumno o profesor que pase por ahí, aunque en el fondo nadie allí era inocente. En ese instituto habían muchos casos de bullying, y aunque por suerte él no lo sufrió, era desalentador ver cómo todos se quedaban ahí observando sin hacer nada, incluído los profesores y él mismo.
Detuvo su mirada en uno de los bancos, dónde encontró a alguien sentado mirándole con esos dos intensos orbes rojos que ya conocía.
Con solo un vistazo pudo olvidar todo por un momento y recapacitar. ¿Realmente se quería suicidar? O más bien, ¿alguna vez se sintió vivo siquiera? No estaba seguro. Cuando intentaba hablar con los trabajadores de la mansión Kim —los únicos que le escuchaban— le decían que estaba siendo egoísta por querer morir aún siendo alguien que tiene de todo. Y aunque es cierto que el menor poseía muchas cosas, Yeonjun tenía la sensación de no tener absolutamente nada. ¿Estaba siendo egoísta? No lo sabe. Se siente mal viviendo, pero la charla con los trabajadores lo hicieron sentir mal por querer morir. ¿Entonces qué debía hacer?
Mientras pensaba en ello con la mirada perdida, llegó a la conclusión de que quizás debía vivir un poco más, cumplir esos pequeños caprichos que nunca pudo tener y tal vez así podría suicidarse de una vez sin sentirse mal.
Antes de siquiera poder bajarse del muro, teniendo ya claro que no se suicidaría ese día, la persona del banco apareció justo en frente suyo flotando en el aire, cosa que confundió a Yeonjun.
Lo miró directamente al rostro, se trataba de un chico bastante apuesto que parecía ser de su misma edad, rubio y de ojos grandes y rojos. Algo en él gritaba conocerlo, pero no estaba seguro.
Cuando el contrario le dió la mano, por alguna razón Yeonjun la tomó sin dudar, y de la nada notó como todo su peso emocional desaparecía siendo reemplazado por una agradable sensación que no lograba explicar. En este punto se dió cuenta de que ese sueño no se trataba de un recuerdo como los anteriores, desde que el chico apareció enfrente empezaba a ser un sueño normal.
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; 𝗬𝗘𝗢𝗠𝗡𝗔 ─ soojun )
Historia Corta❝ choi soobin, dios de la muerte, es lo suficientemente frío como para nunca haber sentido empatía por ningún mortal. ¿para qué tratar de conocerlos si no los volvería a ver nunca más? un pensamiento que será fácilmente ignorado cuando se encuentre...