El oro fue fundido y convertido en muchas delicadas hebras de cabello, el atardecer se convirtió en dos bellas gemas llamadas ojos, las estrellas fueron plasmadas en un lienzo suave y de un tenue color rosa, el príncipe Felix, el hijo de la diosa Af...
El oro fue fundido y convertido en muchas delicadas hebras de cabello, el atardecer se convirtió en dos bellas gemas llamadas ojos, las estrellas fueron plasmadas en un lienzo suave y de un tenue color rosa, el príncipe Felix, el hijo de la diosa Afrodita estaba a punto de ser nombrado dios de las estrellas.
Emoción y alegría era todo lo que había en aquel banquete, era el cumpleaños del príncipe Felix y también sería el día en que Zeus lo nombraría dios, estaba sentado junto a su madre con una gran sonrisa y lleno de emoción, una hermosa corona de flores adornaba su dorado cabello el cual tenía algunos mechones de cabello trenzados, un hermoso atuendo digno de él, detalles con brillos alrededor de sus ojos resaltandolos más.
La hermosa diosa se levantó pidiendo silencio y esbozando una sonrisa comenzo a hablar.
-El día de mi bello hijo cumple 18 años, aún puedo recordar lo feliz que estaba mi corazón cuando Felix nació y aún lo está, mi bello príncipe y en unos minutos tendrá su propio cargo-
Sonríe orgullosa y mira a su hijo quien con un leve sonrojo en sus mejillas sonreía emocionado. Zeus pidió a Felix que se acercara a él, a lo que el rubio obedeció.
-El día de hoy es muy importante, no sólo cumples años sino también desde hoy tendrás tu propio cargo- Suspira despacio y sonríe
Afrodita se acerca con una caja entra sus manos, Zeus la abre y dentro había una hermosa corona (la foto de arriba) y un collar, los ojitos de Felix brillaron con emoción y felicidad.
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-Felix, hijo de Afrodita, príncipe de la diosa del amor, desde hoy... Yo Zeus creador de todo...- Toma la corona, quita la corona de flores que ya tenía el más bajo y le coloca la otra -Te nombro dios de las estrellas-
Los aplausos no se hicieron esperar, una hermosa sonrisa dibujada en el rostro de Felix acompañada de un tierno sonrojo en sus suaves mejillas, se inclina levemente.
-Gracias-
-Este collar es un obsequio de mi parte-Dice sonriendo.
-Es muy bonito, me encanta- Lo mira y sonríe -Muchas gracias-
El más bajo se quedó pensando unos segundos mientras hacia un pequeño puchero, levanta la mirada y suspira despacio.
-Señor, quisiera preguntarle una cosa... Es posible que yo... ¿Pueda ir a la tierra? Por favor, quiero conocer a los humanos y cómo es allá-
Zeus se quedó en silencio unos segundos mirando al menor quien lo miraba con insistencia y haciendo un pequeño puchero. Afrodita intentaba ocultar su sonrisa pues anteriormente ya habían hablado con Zeus.
-Tienes mi permiso, Felix, claro que puedes ir, tu madre ya me había dicho tu deseo de ir, no veo el problema-
Los ojitos del rubio brillaron aún más, una gran sonrisa se dibujó en su rostro, da pequeños saltitos y abraza a su madre.
