El oro fue fundido y convertido en muchas delicadas hebras de cabello, el atardecer se convirtió en dos bellas gemas llamadas ojos, las estrellas fueron plasmadas en un lienzo suave y de un tenue color rosa, el príncipe Felix, el hijo de la diosa Af...
Estaba ahí sentado meciendo sus pies mientras jugaba con sus manos y hacía un pequeño puchero, frente a él estaban aquellos dos chicos que acaba de conocer Changbin discutía con ese otro chico que no sabía cómo se llamaba.
—¡Te dije que no volvieras a hacer eso! ¡Se supone que es trabajo de ambos cuidar el bosque! ¿¡Por qué diablos me dejas todo el trabajo a mí!?—
—¡Relajate! Es que pasaba por aquí ví algo y luego me caí del árbol y luego encontré a... —
—Changbin, sí dejaras de distraerte tanto en las guardias ¡esto sería más fácil!—
—¡Ay cállate! Sí Jisung hubiera andado por aquí serías tú el distraído—
El castaño entre cierra los ojos y suelta un pequeño gruñido, después de otros minutos deciden dejar el tema por la paz, la mirada del más alto se pone sobre Felix.
—¿Quién es él?—
—Cierto—Mira a Felix y se inclina—Perdón por tener que presenciar nuestra discusión—
Dice algo apenado y luego suspira, mira al castaño.
—Él es el príncipe Felix... El príncipe es hijo de Afrodita—
El castaño abre más sus ojos sorprendido y mira a Felix.
—¿En serio?— Cuando el rubio asiente rápidamente hace una reverencia —Príncipe, lamento lo de hace un rato, es un honor conocerlo, soy Minho guardián del bosque mágico—
El rubio sonríe al escucharlo y mueve su manito saludandolo.
—Me alegra conocerlos a ambos, así que guardianes del bosque—Dice emocionado.
—¡Así es príncipe! Nosotros somos quienes cuidamos y protegemos el bosque, cada bosque mágico tiene sus guardianes—Dice Changbin sonriendo.
—La diosa Deméter es quien nos dio este cargo—
—Vaaya, que interesante— Sonríe emocionado —Si ustedes vuelan y cuidan el bosque... ¿Han visto a los humanos?—Pregunta emocionado.
—Sí, pero no le recomendaría acercarse a ellos príncipe, no todos son... Tan agradables, lo cual es raro teniendo en cuanta de cómo es la familia real pero... —Dice Minho.
—¿Por qué? ¿Son malos? Mi madre y Zeus me dieron permiso de bajar porque quería conocer aquí y en especial conocer a los humanos, ¿me llevarían a conocerlos? Por faavor—Dice y hace un puchero.
Ambos lo miran un poco sorprendidos pero aún así entendían su curiosidad, Minho sonríe soltando una pequeña risa totalmente hechizado por la ternura del rubio, suelta un leve suspiro y asiente despacio.
—Esta bien, príncipe, nosotros lo llevaremos y lo cuidaremos—Dice recibiendo una gran sonrisa por parte del menor.
Estuvieron un rato conversando hasta que el estómago del pequeño Felix comenzó a rugir, entre risas los guardianes ofrecieron al príncipe llevarlo a su hogar y que comieran algo.
—No se preocupe príncipe, tendremos un largo mes para que pueda ver a los humanos cuando quiera—Dice Changbin.
El pelinegro lo tomó en brazos y extendió sus alas, se eleva comenzando a volar siendo seguido por Minho, Felix miraba con emoción e ilusión el paisaje le recordaba cuando era pequeño y Hermes siempre jugaba con él cargandolo mientras volaba.
Llegaron a un lago con un bonito puente y cruzando este una grande y linda casa, el rubio sonríe emocionado y mira a Changbin.
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