𝐅𝐀𝐂𝐓𝐒 𝐁𝐎𝐎𝐊

Biografía (Niñez)

Nacida un 24 de mayo junto a su hermana gemela, se quedaron solas con su padre, debido al asesinato de su madre (a manos de este mismo). A pesar de que toda su vida creyeron que su madre había fallecido durante el parto.

Su infancia no fue precisamente tranquila. Desde muy pequeña aprendió a ser alguien autosuficiente y a cuidar de su hermana, debido a la constante negligencia de su padre.

Hasta que a sus seis años de edad, ambas fueron llevadas por su padre hasta un sitio que desconocían.

Apenas cruzar la puerta, fueron dormidas por personas desconocidas. Rigmor con sedante y a Bernadette de un golpe en la cabeza por su constante forcejeo.

Cuando despertaron, se encontraron atadas y amordazadas frente a su padre, quien fue torturado, mutilado y finalmente asesinado frente a ambas hermanas, quienes estaban obligadas a ver todo lo sucedido.

Tras eso, fueron dejadas en una habitación completamente blanca, con una sola bombilla encendida las 24 horas y de vez en cuando se les era dejada algo de comida, solamente un plato de arroz para ambas y un vaso de leche.

Estuvieron en esa habitación hasta sus 9 años de edad, donde fueron separadas y llevadas cada una a un cuarto distinto, en el que solamente podían verse por medio de un espejo, en el que se comunicaban al empañarlo y escribir con sus dedos.

En esa habitación, fueron torturadas múltiples veces. Bernadette fue abusada, mutilada un par de veces (como la falta de su dedo meñique en la mano izquierda) y obligada a ver como su hermana pasaba por lo mismo enfrente suya.

Esa fue su vida hasta sus 14 años de edad, cuando finalmente las dejaron salir de aquella habitación. Atadas y amordazadas, ambas se vieron atrapadas en el medio de un ritual, el cual no comprendían para que era.

En un intento desesperado por escapar, Bernadette huyó de los brazos de su captor en un forcejeo. Sin embargo, no fue capaz de salvar a su hermana, pues mientras esa lucha se llevaba a cabo, su hermana fue degollada y su sangre usada en su ritual. Algo de lo que no se percató hasta que una mano gigante emergió del suelo, destruyendo y pudriendo el lugar.

Una conmoción que aprovechó para poder huir, vuelta en llanto y culpa, sosteniendo entre sus manos un collar perteneciente a su ahora fallecida hermana.