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*alarma, alarma*

Una mano de color golpeo un reloj que sonaba insezantemnte pero aun con ese golpe el reloj no se destruyo y en cambio fue enviado a volar por la fuerza del golpe hasta impactar contra una pared pero aun asi no fue capaz de romperse

-maldito infeliz- una voz femenina molesta sonó de entre las sabanas -reforzó el maldito despertador-

Con molestia, la figura de una mujer en nada más que ropa interior deportiva se mostró con una cara de pocos amigos, sus largos cabellos blancos y su piel morena un claro indicio de albinismo, ojos rojos llenos de furia miraron hacia la puerta y con molestia se puso de pie

Camino hasta el reloj no dejo de sonar hasta que presiono el botón de alarma y después camino hacia la puerta donde de una gran patada la abrió sin miedo a romperla pero cuando estaba apunto de gritar un olor celestial entro en su nariz

Los ojos de la mujer se abrieron de par en par olvidando por completo su ira y molestia anterior y reemplazándolo por una salivación de su boca ante la idea de probar tal alimento de dioses, con pasos rápidos pero silenciosos llego hasta la cocina donde pudo ver a un chico con su mismo tono de piel y cabello, lleva una camisa de manga corta banca y un shot deportivo debajo de un delantal negro 

-el desayuno estará listo en breve Rumi, pon la mesa-

-si~~~~- dijo de forma muy alegre y sin molestia

Con rapidez la mujer de cabellera blanca camino hacia los cajones de la cocina y saco dos platos grandes seguido de dos bazos de cristal simples, con una habilidad fuera de lo común llevo la vajilla en una mano mientras que con la otra sacaba del refrigerador un jugo que decía zanahoria 100% natural y lo servia en los bazos, después dejo los platos en la mesa para después dejar los platos al lado de la estufa y después abrió otro cajón donde saco dos tenedores para después tomar dos pañuelos de una caja y poner los en la mesa y debajo de los tenedores

-ya esta listo-

 llamo la mujer sentada con el tenedor en la mano y mirando impaciente al chico que camino con dos plato en la mano

-si sigues comportándote así, tu madre seguirá preocupándose-

-¡cállate maldito playboy!- grito la mujer con indignación -ella no te conoce realmente, lo mismo pasa con todas las demás mujeres del complejo-

-ser un adulto significa saber comportarte en publico y con extraños- dijo el chico mientras dejaba un omelette enfrente de la mujer quien no se molesto más y con su tenedor corto un trozo revelando que dentro del omelette había un relleno de hojas verdes junto con trozos de zanahoria -claro, eso no aplica para la familia- dijo con una sonrisa al ver como la mujer comía sin modales

-¡pero no somos familia!- grito en replica -no por sangre- se corrigió

-eso es verdad- con una sonrisa algo complicada, el chico se sentó y empezó a comer su desayuno

-o-

-bueno, ya me voy a la escuela, recuerda que tienes que ir a la jefatura para la misión de la tarde-

-lo se lo se, dios, no tienes que ser tan molesto- le respondí a este molesto chico

-solo- Shirou se detuvo en su oración y me miro con ojos iguales a los que me dio mi madre cuando le dije que seria una heroína -ten cuidado-

Lo mire por un momento y suspire, eran momentos como estos los que me hacían recordar que este chico era por mucho, más maduro de lo que aparentaba, su mirada no era de preocupación completa sino de una mezcla entre preocupación y expectativa, como si al verme viera algo que yo o los demás no podemos ver

My FATE AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora