Felix, un Omega macho León respetado con una actitud de perra a logrado doblegar a cuantos Alfas intenten cortejarlo, su inmenso tamaño como depredador causa pánico hacia las otras especies con su actitud gruñona y malhumorada, Se tiene que ser un c...
—¿Ya despertó?—preguntó Chan, el hermano mayor de Changbin.
—No—le respondió, su otro hermano.
—Échale agua—mencionó Seungmin, otro hermano.
—No, mejor denle aire—sugirió Minho el segundo hermano mayor.
—Ja, con esto se le quita lo pendejo—habló Hyunjin, antes de propinarle dos cachetadas a Changbin en ambas mejillas, hasta hacerlo reaccionar.
Aunque aún permanecía inmóvil en el piso.
—¡Perfecto! Ahora no despertará Hyunjin—se lamento Jeongin.
—Ya ya, que yo soluciono esto—esta vez fue el turno de su madre Jihyo en entrar en la recuperación de Changbin.—A un lado y no me estorben.
Una vez todos se quitaron de Changbin, Jihyo le tiró todo el agua helada de una botella en el rostro a su hijo, que se había desmayado con la noticia que recibió por los médicos que atendieron a Felix.
La noticia de que Felix, su omega macho León haya dado a luz a trillizos no era una noticia que se decía a la ligera.
Menos a una persona como Changbin.
Seo despertó, por fin. Su madre había soltado un suspiro de alivio, no sabía cuanto tiempo más soportaría de esperar para ver a sus nietos.
—¡Felix!—gritó Changbin, poniéndose de pie.
—Sí, tu marido está en esa habitación Changbin, ve por él—Gunil, el padre humano de Changbin le señaló la puerta que está justo enfrente de todos y lo apuró a que ingresara y una vez su hijo lo hizo, volteó a ver a su mujer.
Esta estaba que saltaba en una pata contenta, pero cuando sintió la mirada de su esposo se detuvo.
—¿Qué?
—No le has dicho a Changbin que sacó parte de tu genética—con una ceja alzada Jihyo se mostró interrogativa.—Que cada vez que preñe a Felix, cabe la posibilidad de que engendre a más de dos espermas.
—¿Y? No hallo tu punto Gunil—Jihyo fingió tomarle importancia a sus bonitas uñas.
—Se llenarán de hijos Jihyo—concluyó, y para recalcar su punto señaló a sus doce hijos que yacían esperando en el pasillo. Y para cualquiera que pasase por ahí dirian que era una sala de espera en vez de una sala de observación.
—Bobadas, eso dependerá de Felix, el es el que los pare.
Mientras tanto, Changbin observaba junto a Felix a tres bebés pequeños dormir con tranquilidad en una cuna propiedad del hospital.
Sus hijos eran hermosos como su padre Omega. Cabello rubio y piel blanca como Felix.
Característica genética que confirmaban ser parte de la jerarquía Alfa, omega.
Tenía a tres bellos leones sanos y saludables. Más orgulloso no podía estar.
Miro a Felix, a su hermoso hyung. Este le sonreía feliz, con ese anhelo en su mirada por haber cumplido por fin la meta de tener a sus propias crías y con un humano que era un hecho aún más sorprendente.
—Changbin— Felix había acunado su rostro entre sus manos para luego depositar un beso en su nariz.
—Uhm.
—Después que nuestros bebés tengan un año, ¿Puedes regalarme una cría humana?
Changbin se había congelado.
¿Qué él quiere qué? ¿Otro bebé?
—¿Por favor?—Felix insistió, y lo manipuló besando sus sonrojadas mejillas.
Eso fue trampa. Aunque no se halló negándole nada a su hyung, si él anhelaba una cría humana de él, pues Changbin se lo daría. Y no importase cuantos intentos harían para encontrar a la cría humana que Felix quería.
Así como sus padres habían hecho con Changbin, los doce hermanos Seo pertenecían a la jerarquía Alfa/omega por la genética de su madre, pero Changbin fue el último intento por buscar la cria humana que tanto deseaba Jihyo.
Aunque ese dato no lo sabía Changbin. Y tampoco que tenía la capacidad de engendrar más de dos espermas.
Lo bueno era ser feliz. Y ellos lo serían.
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